El hidrógeno será el verdadero protagonista de la descarbonización en un futuro inmediato y está avanzando a pasos agigantados. Existen dos tipos principales de hidrógeno, en función de su origen, el verde, obtenido utilizando electricidad de origen renovable, y el gris, producido mediante hidrocarburos. Pero también hay una otra fuente de obtención de este elemento natural: el hidrógeno natural, es decir, aquél que se acumula en las profundidades de la Tierra. España tendrá el primer pozo de toda Europa del que se extraerá este tipo de hidrógeno subterráneo. De este modo, nuestro país puede convertirse en el principal proveedor europeo de hidrógeno sostenible.
Helios Aragón PTE, una filial en España de la multinacional del petróleo British Petroleum y Axion, tiene proyectado extraer hidrógeno natural y helio –dos gases con una limitadísima presencia en la superficie terrestre– de dos reservas subterráneas ubicadas en las inmediaciones de Monzón y Barbastro (Aragón). La compañía plantea una inversión de 900 millones de euros para comenzar la extracción de estos codiciados materiales en 2028 y crear así el primer centro de hidrógeno natural de Europa, lo que generaría 300 puestos de trabajo directos y altamente cualificados y 1.500 empleos indirectos.
Sin embargo, el proyecto encuentra una traba considerable con la actual legislación española de cambio climático. El hidrógeno puro, que nunca se ha extraído en el viejo continente, está catalogado a ojos de la legislación española como un hidrocarburo (al igual que el petróleo), pese a que no lo es si se atiende a su composición química. La exploración y explotación de los hidrocarburos está prohibida desde 2021, por lo que la compañía plantea incluir la explotación del hidrógeno natural en la Ley Española de Minas, un paso que Francia acaba de dar.
Precio muy competitivo
Este gas recibe el sobrenombre de hidrógeno dorado porque no existe prácticamente en su forma pura en el planeta: lo habitual es que se produzca a partir de otras sustancias. Los expertos en energía lo sitúan en el mercado a un precio muy competitivo (0,75 euros el kilo), mientras que el hidrógeno verde, el producido con el excedente de las renovables, se sitúa entre 7 y 8 euros por kilo.
De ahí que el hallazgo de su presencia en el Pirineo haya despertado el apetito inversor. Las reservas se ubican en una zona que se extiende por casi 90.000 hectáreas, de las que la empresa Helios Aragón PTE, constituida hace cinco años en Singapur, tiene permisos de exploración en 60.200 hectáreas. Nunca se ha procedido a la extracción de hidrógeno natural en Europa ni en España, porque hasta hace poco era un gas de escasa utilidad, lo que justifica la escasa legislación al respecto. De este modo, podría tratarse de un embudo legal: el hidrógeno, por su definición química básica, no es un hidrocarburo (hidrógeno más carbono ).
«En unas prospecciones realizadas en mayo de este año en el pozo Monzón-1 se registró un 0% de hidrocarburos, por lo que no tiene sentido que estén dentro de la misma legislación», explica Ian Munro, el CEO Helios Aragon, en una entrevista con El Periódico de Aragón. Dicho pozo alcanza una profundidad a 3.500 metros bajo el nivel del suelo y para 2024 está prevista, si se logra la autorización, una nueva prospección en un segundo pozo.
A la rarísima existencia de hidrógeno ‘oro’ hay que sumar la pequeña reserva de helio en el Pirineo pirenaica, algo que se descubrió en esa última prospección y que podría suponer hasta un 4% del total gasístico de este almacén natural. Es el helio uno de los gases más codiciados del mercado: su precio se ha disparado un 250% en los últimos cinco años y alcanza valores 100 veces superiores al gas natural. No existe una producción de este tipo en España, pese a que el 10% de la industria nacional está relacionada con este gas y se utiliza para escáneres.
Técnicas «tradicionales» para la extracción
El hidrógeno y el helio serían extraídos mediante técnicas de producción de petróleo y gas «tradicionales», asegura Ian Munro, el CEO de Helios Aragón. Subraya que no se contempla la extracción por fractura hidráulica o ‘fracking’, prohibida en Europa y en Aragón desde 2012, dado que «no es necesaria». «El hidrógeno y el helio son gases ligeros que no necesitan ayuda para ascender», destaca Munro. La compañía realizó prospecciones en mayo de 2022 y confirmó las altas lecturas de hidrógeno y helio que un estudio del año 1963 había descubierto cuando buscaba petróleo en los Pirineos. En cualquier caso, el CEO de Helios Aragón promete que el impacto ambiental sería «mínimo», que «nada tiene que ver visualmente con una mina» y que se serviría de la economía local para llevar a cabo el proyecto.
El programa se encuentra ahora en la segunda fase, que se extiende por 2023 y 2024 y contempla la evaluación ambiental del proyecto, la aprobación de pozos, la perforación del pozo de exploración y la confirmación del alcance de los recursos.En esta etapa está previsto invertir 14 millones de euros y, solo si la legislación permite ejecutar el plan, comenzarán las inversiones cuantiosas que rondarán los 900 millones de euros.
Según los estudios de la compañía a los que este diario ha tenido acceso, se estima que en la reserva pirenaica hay unos 500 bcf (miles de millones de pies cúbicos, la unidad de medida para grandes volúmenes de gas natural) de volumen recuperable. Traducido: el proyecto de extracción tendría una vida útil de 20 años.
Además, conforme se extrajera el hidrógeno de la reserva, esta podría ser utilizada como almacén de hidrógeno verde, que se produce con el excedente de las energías renovables y cuya competitividad afronta dos problemas: el alto precio y la enorme dificultad de conservarlo. Allá por 2048, cuando la explotación alcanzase su puerto, podría utilizarse exclusivamente para ello.
El sector industrial español consume 500.000 toneladas de hidrógeno en fábricas y refinerías, lo que equivale a una industria de producción de hidrógeno valorada en 1.250 millones de euros. Sus usos industriales son muy diversos: desde la eliminación de impurezas para el aceite crudo en las refinería a su uso como materia prima para la producción de amoníaco, metanol, fertilizantes, biocombustibles o plásticos en la industria química y como una fuente de calor que sustituya al carbón en la industria metalúrgica.
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