Alonso, en busca del ‘hat trick’ en Australia

Después de dos carreras en circuitos tan dispares como Sakhir y Jeddah la supremacía de Red Bull es indiscutible. El campeón Max Verstappen encabezó el primer doblete de la temporada en Bahrein, por delante de Sergio Pérez, y la jerarquía se invirtió en Arabia, con triunfo del mexicano. En ambos casos, Fernando Alonso se situó tercero con un monoplaza, el AMR23, convertido en la revelación del Mundial, haciendo frente a Mercedes y Ferrari.

Este fin de semana en Australia, Alonso busca su particular ‘hat trick’, aunque no descarta optar a una mayor recompensa. Si se presenta la oportunidad, está preparado para aprovecharla: “Ojalá llegue pronto la 33 y podamos ir a por la 34”, decía Fernando, pletórico, a su llegada al circuito de Albert Park en Melbourne, un escenario que servirá para calibrar definitivamente las opciones de Aston Martin frente a la competencia y en especial, respecto a los todopoderosos Red Bull.

“Por el momento, estamos muy contentos con el rendimiento del coche, que ha sido realmente competitivo en las dos primeras carreras, en condiciones muy diversas. Estuvimos mejor de lo esperado, especialmente en Jeddah, fue una agradable sorpresa, así que llegamos aquí con un gran nivel de confianzaEste circuito es parecido, pero hay que ser realistas y tener los pies en el suelo. Puede pasar de todo”,  señala Alonso.

El bicampeón español ganó en Australia en 2006, camino de su segunda corona, pero también sufrió aquí uno de los peores accidentes de su carrera en 2016, salvando ‘milagrosamente’la vida tras estrellarse contra el muro a 305 km/h. Después de dos décadas en la F1, Alonso es el piloto de la actual parrilla que mejor conoce el trazado australiano, en el que debutó con Minardi en 2001. “Creo que veremos un gran premio más rápido que el del año pasado y con suerte, más adelantamientos. La clasificación del sábado es fundamental”, avisa.

El punto débil

Aston Martin se postula como el primer equipo que podría plantar cara a Red Bull en un futuro cercano. Las diferencias son aún importantes, pero los de Silverstone trabajan a toda ‘máquina’ para corregir sus puntos débiles. El AMR23 destaca por su frenada y aceleración, así como en las curvas de baja velocidad. Pero su ‘talon de Aquiles’ es la velocidad punta. El coche de Alonso fue 10 km/h más lento que el RB19 de Checo Pérez en Jeddah.

Tanto en Bahréin como en Arabia, Aston Martin minimizó este hándicap a base de una mayor carga aerodinámica y mejor gestión de la degradación de los neumáticos para imponerse a Ferrari y Mercedes, pero en otros circuitos la velocidad punta puede permitir que sus directos rivales les ataquen. El equipo esperará hasta después de esta tercera carrera del calendario, en Australia, para enfocar el rumbo a seguir.

El director de rendimiento, Tom McCullough insiste en la gestión del techo presupuestario marcado por la FIA: “Es muy fácil sentarse y decir: ‘Voy a hacer siete u ocho alerones traseros diferentes para optimizarlos globalmente para clasificar con DRS y para competir’. Pero hacer eso es bastante difícil cuando se está en un entorno de costes limitados. Así que priorizamos lo que creíamos correcto. Sabíamos que el ala que diseñamos y construimos no iba a ser tan rápida en línea recta como queríamos. Pero tenemos que equilibrar la cantidad de alas para 23 carreras”, explica.

Red Bull: Un acierto total

Al contrario que todos sus rivales, Red Bull parece no tener fisuras. “Han acertado en todo y va a ser muy difícil cerrar la brecha con ellos”, reconoce Carlos Sainz, que pide paciencia con Ferrari. “Ha sido una sorpresa para nosotros ver que no somos tan fuertes como el año pasado. No somos muy competitivos, especialmente en ritmo de carrera. Pero hemos averiguado dónde está el problema y ahora vamos a intentar darle la vuelta a la situación lo antes posible. No vamos a tirar este Mundial a la basura, pero los cambios llevarán tiempo”, advierte el piloto madrileño.

Disfruta de Formula 1 en DAZN. Bienvenidos a la mejor parte

A estas alturas, lo único que puede impedir un tercer doblete de Red Bull este domingo en las Antípodas es un fallo de fiabilidad, que Verstappen ya sufrió en la Q2 de Jeddah, o un toque entre sus dos pilotos, dada la tensa situación que se vive en el box del equipo de las bebidas energéticas. Pérez que hace dos semanas logró, saliendo desde la pole, su quinta victoria en F1, no está dispuesto a ceder como ‘gregario’ del bicampeón, que en Arabia conservó el liderato del Mundial –por un punto frente a su compañero-, gracias a la vuelta rápida que logró en los últimos minutos de la carrera, después de hacer caso omiso a las órdenes de equipo para que mantuviera el ritmo.

 

 

Generated by Feedzy