Arrancó Escocia ganando este partido clasificatorio de la Eurocopa 2024 ante España desde el himno, al interpretar el ‘Flower of Scotland’ a capella y una gaita. Himno de la selección escocesa de rugby que se estrenó en 1990 en aquel partido en el que David Sole salió andando a Murrayfield ante una Inglaterra a la que arrasaron para conquistar la Calcutta, la Triple Corona, el torneo y el Grand Slam. Un himno que han hecho suyo los futboleros.
Un error, un gol
Pocos saben que el tiqui-taca se inventó en Escocia. Allí nació el ‘passing game’ en 1870 y en Glasgow, en el Queen’s Park Football Club, que también jugó en este Hampden Park en el que comparecía España. Aquel equipo llegó a la final de la FA Cup en 1884 y 1885. Pero esta Escocia de Clarke no se complicó y propuso fútbol directo para buscar el error de esta España tierna. Premio. En el minuto 8 McTominay adelantó a los caledonios al rematar un pase atrás de Robertson, que aprovechaba un resbalón de Porro y tocaba en Iñigo antes de entrar.
De la Fuente eligió equipo para un partido ‘inglés’, con defensa nueva (Porro, David García, Iñigo Martínez y Gayá), repitiendo Rodri y Mikel Merino en el doble pivote, y fútbol tras el poderoso Joselu, con Ceballos de ‘quaterback’ y Yeremi y Oyarzabal mal en las bandas. Un equipo tierno que apenas sumaba 155 internacionalidades entre los titulares. El gol reactivó a España, que al cuarto de hora monopolizaba la posesión… y las oportunidades. Esta selección es más directa en ataque, más ambiciosa, dispara desde fuera y tiene un 9 dominante arriba en Joselu. Pero cada zarpazo de Escocia retrataba a una España tierna.
Sin liderazgo en el campo y en el banquillo
Y en el inicio de la segunda parte ocurrió de nuevo. Otro error, otro gol. Carvajal, que entró por un lesionado Porro, regaló su banda y de nuevo marcaba McTominay llegando solo desde atrás. Ni rastro de marcar a un tipo que lleva cuatro goles en dos partidos. De nada servía la salida de Nico Williams y de Iago Aspas. Escocia se encerró y se jugó a lo que ellos querían. Patadón y a invitar a España a fallar. El hambre de Escocia devoraba a los de De la Fuente. Y el partido acabó de forma surrealista: ¡Ante Escocia mandando balones a la olla para Joselu! Sin un líder en el campo y sin ideas desde el banquillo. Desde 2014 no perdía España un partido de clasificación. Mal asunto.
España hace años que es un equipo mediocre, de mitad de tabla en el fútbol europeo y menos en el escenario mundial. No hay un solo jugador determinante en ninguna de las áreas, ni en la propia ni en la rival. Y sin jugadores toca construir un equipo. Pero para eso hace falta tiempo y paciencia, algo que en España no sobra. Muchos se acordaban de Luis Enrique hoy, pero a De la Fuente en realidad se le ha puesto cara de Iñaki Sáez. Y es no es buen síntoma.