España sufre una derrota inquietante

España naufragó en Escocia. El segundo partido de la nueva selección de De la Fuente acabó con una decepcionante derrota. Un revés que no compromete, todavía, la clasificación para la Eurocopa’2024 pero que evidencia las muchas lagunas que tiene el proyecto y que, de hecho, ya se vislumbraron en el debut ante Noruega, pero que quedaron sepultadas por una goleada milagrosa. El combinado nacional, víctima de sus propios errores y de su ineficacia, cayó por un claro 2-0 que pudo ser peor ante la superioridad mostrada en algunos momentos por los locales. De la Fuente cambió casi por completo el equipo respecto a su primer partido al frente de ‘La Roja’ (ocho novedades en el once titular: solo mantuvo a Kepa, Rodri y Merino) y el invento, desgraciadamente, le salió mal. Muy mal.

Es verdad que los fallos defensivos (primero de Porro y después de Carvajal) le pasaron una factura muy alta a España. Pero la realidad es que la selección no supo reaccionar y acabó ofreciendo una imagen muy preocupante. No hay que hacer saltar las alarmas porque queda mucha fase de clasificación por delante, aunque esta dolorosa derrota debe ser un toque de atención para un De la Fuente que estaba llamado a ser un técnico que pusiera orden tras el caos protagonizado por Luis Enrique. De momento, una de cal y otra de arena. Un triunfo esperanzador y un KO inquietante. Un balance que, sin duda, invita a la reflexión.

UNA REVOLUCIÓN COMPLICADA

España ganó un Mundial y dos Eurocopas con el ‘estilo Barça’ y la mejor generación de jugadores de la historia de este país. Aquella selección ya no existe. Busquets, el único superviviente, decidió ‘jubilarse’ tras el fracaso de Qatar. Ahora toca el momento de la refundación. Hay que construir un nuevo proyecto que aspire a repetir los éxitos del pasado reciente. Apostando por el nuevo talento (Pedri, Gavi, Balde…) e incorporando a los futbolistas que estén en mejor forma de los centenares que son ‘elegibles’. De la Fuente dio un primer paso transformando por completo la última convocatoria de Luis Enrique: hasta 15 caras nuevas con respecto a la Copa del Mundo. Ilustres veteranos como Jordi Alba, Azpilicueta o Koke (por no hablar de la polémica exclusión de Sergio Ramos) han dado paso a Nacho, David García, Kepa, Joselu o Aspas.

No es una revolución sino una adaptación a las circunstancias. El nuevo técnico quiere hacer un relevo generacional pausado, sin estridencias, apostando por todos los jóvenes que tan bien conoce de las categorías inferiores pero sin olvidar la experiencia de muchos buenos futbolistas que aún pueden ofrecer un gran rendimiento en la selección española. El caso de Joselu, autor de un doblete de récord ante Noruega, es el mejor ejemplo. Ayer, no salió bien. Nada bien. Habrá que tener paciencia…

 

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