Max Palm: “Estoy aprendiendo de errores que no voy a volver a cometer”

Conversamos con el freerider Max Palm, embajador de Alpina Watches, pocas horas antes de enfrentarse por primera vez a la gran final del Freeride World Tour 2023 en Verbier.

El joven sueco de 20 años se estrena mañana en el Bec des Rosses, la última prueba de la temporada. Un reto muy exigente que fue cancelado el sábado debido a las fuertes ráfagas de viento de los últimos días. Sin embargo, la reciente nevada garantiza unas condiciones óptimas para salvaguardar la seguridad de los riders mañana durante la competición.

Debido a las duras condiciones meteorológicas finalmente se tuvo que posponer, ¿Cómo te sientes para afrontar la YETI Xtreme Verbier?

La verdad es que fue un alivio, hasta el último momento no sabíamos al 100% si se cancelaría y estaba asustado ya que las condiciones no eran muy buenas. Ahora me siento mucho mejor para afrontar este reto mañana con mejores condiciones.

Eres el esquiador más joven en ganar el Campeonato Escandinavo de Grandes Montañas, dos años seguidos campeón de Freeride Junior Tour, la primera vez que competiste en el FWT en Baqueira Berete ganaste y demás batiste el récord de ser el primero en hacer un doble backflip.

Mañana va a ser tu primera vez en el Bec des Rosses… tu historial de primeras veces es realmente impresionante. ¿Sientes mucha presión por mantener esta tendencia?

El año pasado sí que sentí esa presión pero he aprendido este año que la gente le gusta como esquió cuando soy feliz y así es como esquío bien, así que intento centrarme en mi esquí y si lo hago bien, se que van a estar contentos, y si lo hago mal, creo que lo van a entender. Así que no siento ya tanta presión, pero sí que me pongo presión a mí mismo porque no he estado esquiando como me gustaría en las últimas competiciones y quiero que esta salga muy bien.

Hasta ahora, ¿Cómo has vivido esta temporada?

Este año ha sido muy diferente para mí porque el año pasado tras conseguir la wildcard me lesioné y tuve que abandonar la temporada. Empecé muy bien en la primera prueba, con un primer puesto en Baqueira y después tuve algunos problemas y algo de mala suerte, algo creo que es normal y necesario ya que estoy aprendiendo de errores que no voy a volver a cometer. Todavía soy muy joven y me siento muy afortunado de estar aquí.

¿Te diviertes compitiendo?

Muchísimo, siempre estoy cantando y escuchando música mientras compito. La música me hace feliz y mientras estoy compitiendo voy sonriendo. Siento que cuando estoy feliz esquío mucho mejor.

Competir a alto nivel conlleva un riesgo muy alto ya que vuestra integridad física puede estar comprometida. ¿Sientes miedo compitiendo?

La verdad es que no tengo demasiado miedo, el fin de semana, antes de la prueba, fue la primera vez que estuve realmente asustado, incluso llegué a vomitar del miedo y nunca antes había sentido este nivel de miedo. Evidentemente hay presión y sientes mariposas en el estómago, pero no es puro miedo y esta es la primera vez que tuve miedo de verdad.

Para los que no conocen en profundidad este deporte, puede parecer que son solo trucos, adrenalina y mucho riesgo. ¿Qué hay detrás de todo esto?

Lo que es muy duro de nuestro deporte, que no mucha gente sabe, es que nosotros solo hacemos una inspección visual, pero no tenemos permitido el acceso a la zona de la competición antes de competir. Así que realmente no sabemos cómo va a ser la nieve, como de grandes son los saltos, etc. Así que tenemos que pensar la bajada que vamos a hacer, ensayarlo en nuestra mente, memorizarla y luego esquiarla. Hacer trucos y saltos en sitios que no conoces es realmente duro, porque no tienes la certeza de lo rápido que vas a girar u otros factores y para esto es necesaria mucha experiencia. De hecho a mí me falta todavía mucha experiencia en este sentido, pero estoy aprendiendo.

Provienes de un linaje de esquiadores profesionales y te has criado rodeado de montañas. ¿Crees que, de alguna forma, lo llevas en la sangre?

Sí, mi padre es guía de montaña y mi madre es monitora de esquí. Así que empecé con el esquí alpino para adquirir toda la técnica y por otro lado, mi tío fue uno de los pioneros del freeski sueco y siempre le he admirado mucho. De hecho, cuando cumplí 14 años empecé con las competiciones junior y sentí que era el momento para mí para adentrarme en el freeriding y mis padres siempre me han apoyado.

¿Cuándo empezaste a esquiar?

La primera vez que me puse unos esquís fue con dos años. Empecé esquiado dentro de casa y luego en la nieve. De hecho empecé esquiado más dentro de casa que fuera. Mis padres dejaban los esquís dentro de casa y yo me los ponía y esquiaba por las escaleras. Tengo unos vídeos muy graciosos sobre esto. De mi familia es de donde nace toda mi pasión por este deporte.

¿Qué es lo más te apasiona del esquí?

Es donde me siento que soy mi mejor versión. Si estoy triste, me pongo los esquís y voy a la nieve e inmediatamente me siento mejor. No pienso en nada cuando estoy esquiando, para mí es la mejor manera de evadirme. Esquiar es todo para mí.

Algunas veces, como te ocurrió en Canadá con la avalancha, tienes que cambiar forzosamente de linea e improvisar. ¿Te consideras más planificador o sigues tu instinto?

Soy más de instinto. Normalmente es un 60% de planificación y un 40% instinto para mí ya que no los trucos siempre son como piensas. En esos momentos, tienes que respirar, no bloquearte y además tienes que tener un plan B e incluso C para saber cómo bajar.

¿Vas a mantener la línea que tenias en mente?

Sí, creo que voy a mantener la línea que tenía prevista para el sábado aunque ajustada porque ha nevado mucho, pero voy a ceñirme a la línea que ya tengo planeada.

¿Cuál crees que es el mayor reto que tienes ahora por delante después de la final mañana en el Bec des Rosses?

El mayor reto ahora mismo para mí es no dejarme influenciar por otros y sobretodo mantenerme fiel a mí mismo, ser quien realmente quiero ser y esquiar a mi manera.

 

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