Un zapatazo certero de Benjamin Pavard desde fuera del área desatascó este viernes a Francia en Dubín (0-1). Fue un partido gris de la subcampeona del mundo, que se adelantó tras el descanso en una acción aislada, no sentenció y terminó salvada por dos intervenciones milagrosas de Mike Maignan sobre la campana. Pese a las dudas que dejó su juego, ‘les bleus’ suman el segundo triunfo rumbo a la Euro 2024.
Deschamps realizó tres cambios respecto al once inicial que barrió el pasado viernes a Países Bajos (4-0). Pavard entró en el latera derecho por Koundé, Camavinga relevó a Tchouaméni en el centro del campo y Giroud sentó a Coman, desplazando a Kolo Muani a la banda derecha.
‘Les bleus’ salieron en Dublín con la misma vocación dominante. A las primeras de cambio, un control defectuoso cerró a Kolo Muani las puertas del gol ante la rápida salida de Bazunu. Pero el combinado galo se diluyó con el avance del crono ante un rival parapetado en el último tercio de campo.
Irlanda colapsó el carril central, secó a Mbappé y Griezmann, y el único capaz de sorprender por el costado fue Theo Hernández, sin tampoco conectar con Giroud. El orgullo irlandés crecía con cada jaleo de su público, que rugía en las carreras y duelos ganados como si de rugby se tratara.
Tras el receso, Pavard se inventó el 0-1 en una acción aislada. Cortó un pase en la frontal rival y soltó un obús que golpeó en el larguero antes de descansar en la red. Pese al tanto, Francia no liquidó el partido. Diaby y Rabiot, en sendos remates lejanos, exigieron los reflejos de Bazunu. Irlanda resistió y se lanzó a por el empate en el tramo final. Francia reculó y tuvo que ser Maignan quien salvara a el triunfo con dos vuelos a un mal remate de Koundé y un testarazo de Collins.