Año tras año, el mismo espectáculo natural tiene lugar en el casquete polar de Groenlandia. A medida que se acerca el verano, aparecen grandes lagos de agua de deshielo que son drenados hacia el mar por una red de arroyos, ríos y grietas.
El agua filtra todos los colores espectrales de la luz del día hasta que solo quedan los tonos azules, que se dispersan y reflejan en el fondo helado de los lagos.
Fotografía galardonada con una mención de honor en la categoría: Deserts to Rainforests del certamen Travel Photographer of the year 2022