A la hora de tomar fotografías en un entorno con polvo, ya sea porque el lugar es así habitualmente o porque se trate de algo imprevisto, es importante conocer los pasos a seguir para sacar partido a estas condiciones y manejar el equipo de la mejor forma para no echar a perder la cámara, el objetivo o ambos.
El fotógrafo debe llevar siempre dentro de su maleta o mochila lo esencial para un mantenimiento correcto o por lo menos básico del equipo fotográfico. Más si el lugar donde se van a realizar las fotografías es un entorno lleno de polvo.
También es clave informarse acerca de cómo se limpia el propio equipo fotográfico. Siempre es recomendable llevar una perilla manual de limpieza, un cepillo suave y pequeño y un paño de microfibra, todas ellas herramientas básicas para hacer un buen mantenimiento de limpieza.
Un ejemplo de un entorno con este tipo de condiciones extremas son los Parques Nacionales de la India, con una infinidad de caminos de polvo con altas temperaturas y, dependiendo de la época del año, sin lluvia.
Son ambientes donde se debe cuidar al máximo el equipo y tener en cuenta algunos trucos para obtener el mejor resultado final posible de las fotografías.
En los caminos de tierra, cuando se va en un vehículo, a la hora de parar para realizar la fotografía, hay que esperar unos segundos para que el polvo caiga de nuevo al suelo y obtener así imágenes con mayor nitidez.
Si al polvo se le suman las altas temperaturas, puede que las imágenes no tengan un foco perfecto. Pero este factor también se puede aprovechar, creando un halo especial en la imagen, con el polvo inundando el encuadre y a los protagonistas. Esto aporta información de lo que sucede en el momento y describe el entorno donde se realiza al acción. Como la familia de elefantes de la fotografía siguiente, que corre a gran velocidad por rutas polvorientas.
CÓMO LIMPIAR LA LENTE Y LA CÁMARA
En estos lugares llenos de polvo siempre es mejor dejar el equipo como está durante la sesión y limpiarlo correctamente en casa o en el hotel. Esto porque el cristal de la lente se puede rayar si se limpia con un paño seco.
Lo ideal es soplar con la perilla todo el equipo, sin quitar la lente del cuerpo de la cámara y, más tarde, con una toallita húmeda, limpiar el polvo más evidente.
Cuando se trabaja en estos entornos tan complicados, lo mejor es no cambiar de lente, de ser posible, o por lo menos hacerlo el menor número de veces que podamos y con el cuerpo de cámara mirando hacia abajo, nunca hacia arriba. Y, mientras no se están haciendo fotografías, llevar siempre el equipo protegido con un pañuelo grande para que sufra lo menos posible.
Por fortuna, los equipos más modernos lleven una cortinilla que protege el interior cuando la cámara está apagada.
CÓMO ENCONTRAR EL FOCO
En condiciones con polvo en el ambiente va a ser más complicado obtener o fijar el foco en el lugar deseado.
Una opción es olvidar las herramientas de las cámaras que reconocen el foco de manera automática y llevarlo exactamente donde se quiere de manera manual con el joystick o con el anillo manual de enfoque.
Y si se va el enfoque al fondo o a otro sujeto, volver a buscarlo y bloquearlo con un botón específico para ese fin que será de gran utilidad en estos casos.
Finalmente, después de la experiencia en estos entornos, es recomendable llevar el equipo fotográfico al servicio técnico para que le den una limpieza profesional.
TRUCOS
Antes de empezar y al terminar el reportaje fotográfico, limpiar el exterior del equipo.Esperar unos segundos a que el polvo caiga al suelo, si es demasiado.Aprovechar ese instante de polvo en el aire para captar la esencia del lugar.Cambiar las lentes lo menos posible, si son intercambiables, para no dejar el interior del cuerpo de la cámara expuesto.