La sanidad privada admite que comienza a estar colapsada. Entre las causas, el deterioro del sistema público. La comercialización de pólizas de bajo coste “está dando lugar a una saturación del sistema privado, con listas de espera en determinadas especialidades y una reducción del tiempo dedicado por los profesionales a los pacientes en las consultas”, admiten desde la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE). Así consta en el informe ‘Un sistema sanitario en transformación. Los retos del aseguramiento privado en España’, presentado este viernes en el marco de la Cátedra de Salud Responsable y Sostenible de la Universidad Complutense de MadridUn interesante documento en el la patronal -que representa al 80% de los centros hospitalarios privados- reflexiona sobre los retos del aseguramiento sanitario en un país con 12 millones de pólizas de salud. El sector asegura que se mueve en un entorno en el que destacan el incremento significativo del gasto sanitario, la existencia de baremos bajos que limitan la calidad del servicio y la generación de tensiones en la cadena sanitaria. Y, algo importante, la cada vez mayor contratación de pólizas low cost.El informe ha sido dado a conocer por Luis Mendicuti, secretario general de ASPE. Primero, el contexto. El estudio extrae una visión general del aseguramiento. De los casi 12 millones de asegurados, el 78% corresponde a seguros de asistencia sanitaria, el 15% a mutualismo administrativo y el 7% restante, a seguros de reembolso. El sector viene registrando crecimientos constantes desde hace ya varias décadas, registrándose un incremento en los últimos cinco años (2017-2021) del 4,0% anual en el número de asegurados, mientras que el volumen de primas se ha incrementado a una tasa del 5,1%.
Mayor transparencia
El informe detalla diez retos para mejorar la transparencia de los seguros de salud, facilitar la accesibilidad de los asegurado y garantizar la sostenibilidad del sector. Aboga, primero, por mejorar la transparencia de las pólizas de salud y dotarlas de “mayor claridad, concreción y sencillez con el fin de facilitar el entendimiento” porque el ciudadano se suele encontrar “ante una decisión compleja, con la existencia de un gran número de compañías aseguradoras y de diferentes combinaciones posibles de póliza que dificultan su toma de decisión”. También alerta sobre la necesidad de garantizar la continuidad de la prestación sanitaria del asegurado, con independencia de su patología y de su edad.
La patronal alerta sobre el riesgo de que algunas aseguradoras puedan “expulsar” a pacientes con enfermedades como cáncer
Esta reflexión se realiza especialmente en casos de patologías complejas (como, por ejemplo, cáncer, diabetes o enfermedades neurológicas) o de la tendencia creciente de cronicidades, “ante los riesgos de que las compañías aseguradoras pudieran limitar la accesibilidad a algunos servicios; condicionar en determinados casos las decisiones del prestador; incrementar el precio de las primas de forma significativa y, en casos concretos, pueden llegar a expulsar al asegurado”.
Pero, además, la atención sanitaria, abunda el documento, debe garantizar el acceso a técnicas y tratamientos innovadores. Se está realizando una apuesta clara en ese sentido, pero si de esas innovaciones, “no se beneficia el asegurado, no tiene razón de ser el esfuerzo inversor por una asistencia con mejores resultados en tratamientos y, en definitiva, en salud”. Por eso, proponen que se debería regular que las pólizas incorporen, en menores plazos de tiempo, los avances de los prestadores sanitarios.
Saturación en las consultas
Uno de los aspectos más interesantes del documento es el que habla de la saturación en las consultas privadas. Los autores indican que es necesario “concienciar a los ciudadanos del coste real de la asistencia sanitaria para poder adecuar los precios del seguro, incrementar de forma progresiva los baremos pagados por las aseguradoras a los prestadores, mejorar la eficiencia de los procesos asistenciales y equilibrar la estructura asistencial a la oferta aseguradora“. Propugnan “una evolución hacia la segmentación de los asegurados con el objetivo de poder ofrecer una atención de calidad adecuada” a cada paciente.
“A pesar de que el número de médicos por 1.000 habitantes ha aumentado en los últimos años, la necesidad es mayor ahora que nunca”, dice la patronal
La escasez de profesionales es otro aspecto destacado. “A pesar de que el número de médicos por 1.000 habitantes ha aumentado en los últimos años, la necesidad es mayor ahora que nunca”, indica la patronal que cita, entre los motivos, factores como las jubilaciones, los bajos baremos que las compañías pagan a los médicos y la emigración de profesionales a otros países con mejores condiciones laborales, provocan una carencia significativa. “El sistema debe incorporar la formación de profesionales en el sector privado y sistemas de captación y retención del talento“, concluyen.
El posicionamiento de ASPE se produce en plena batalla de los médicos de la sanidad privada: 65.000 en España, el 20% de los colegiados. Casi un 95% son autónomos. El 25% trabajan en grupos hospitalarios, el 15% en consultas compartidas y un considerable porcentaje tienen consultas propias…Un 70% “se sienten maltratados” por las aseguradoras según datos expuestos recientemente por un colectivo que lleva años quejándose de los bajos baremos que les imponen las compañías aseguradoras.
Los mutualistas
El documento presentado por ASPE también hace referencia al mutualismo administrativo. “Los precios de las primas concertadas con las compañías aseguradoras son insuficientes para cubrir el servicio demandado, y los diferentes agentes que intervienen en el sistema sanitario privado abogan por un incremento de la financiación del servicio y por una ampliación de la tipología de mutualistas para un rejuvenecimiento del colectivo”, apuntan.
Finalmente, entre los retos en el aseguramiento, la patronal alude al desarrollo de la telemedicina y a la necesidad de desarrollar programas de salud mental para todos los asegurados. “Las compañías aseguradoras deberían reforzar su compromiso con la salud mental” proponen los autores , diseñando y poniendo en marcha programas orientados a retrasar la aparición de enfermedades prevenibles y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.