Inglaterra derrotó a Italia en un partido en el que todos los focos se los llevó Harry Kane. Y no es para menos, porque el delantero del Tottenham hizo historia. Tras un penalti forzado por él mismo, ‘Hurricane’ no falló a su cita con el gol y se convirtió así en el máximo goleador de todos los tiempos de Inglaterra, superando las 53 dianas de Wayne Rooney.
Comenzó la ‘Azzurra’ dominando el balón y superando a Inglaterra en el centro del campo, pero la gran calidad ofensiva de los ‘Three Lions’ iba a hacer acto de presencia muy pronto. Tras un primer inofensivo intento de Saka, Donnarumma tuvo que mandar a saque de esquina un potente disparo de Bellingham desde la frontal en el minuto 12. Y a la salida de ese córner, tras un primer golpeo de Kane taponado por la defensa, Rice no perdonaba y anotaba el primero al cazar el rechace en el balcón del área pequeña.
Tras el gol se vino abajo Italia, Inglaterra dominó el encuentro a su antojo y el ritmo de juego bajó, con tan solo un único intento lejano de Kalvin Phillips. Hasta que, al filo del descanso, el colegiado, tras revisión en la pantalla del VAR, señaló penalti por mano de Di Lorenzo. Fue Kane el encargado de poner el 0-2 haciendo historia con Inglaterra. Y pudo ser peor cuando, en el añadido, Grealish falló totalmente solo un remate a placer con el portero ya vencido.
ENGLAND’S ALL-TIME RECORD GOALSCORER!
Congratulations, @HKane! 👏 pic.twitter.com/vXoeRcQrRC
— England (@England) 23 de marzo de 2023
Apretó Italia tras la reanudación, aunque sin acierto en los metros finales de cara a portería. Prueba de ello fue un remate de Pellegrini dentro del área que se le marchó muy desviado.
Pero quien no fallaría sería Retegui en el 56’ tras un error de Maguire en la salida de balón. Pellegrini, con una fantástica asistencia, dejó totalmente solo al delantero de origen argentino y propiedad de Boca, que no falló en el mano a mano ante Pickford para recortar distancias.
Con el miedo en el cuerpo, el combinado de Gareth Southgate se echó atrás e Italia comenzó a acosar el área inglesa, aunque sin remates claros de peligro. Esa dinámica pudo cambiar a partir del 80’, cuando Shaw era expulsado al ver dos amarillas en tan solo dos minutos. Metió entonces toda la carne en el asador Mancini, pero Inglaterra no llegó a sufrir en los últimos compases ante una Italia en superioridad numérica, pero con más corazón que cabeza.
