Muchas personas están llevando a cabo el truco de meter una toalla seca en la lavadora una vez que se ha terminado el lavado. Algo que parece incongruente pero que es uno de los secretos mejor guardados por las abuelas, pero que algunos ya conocen. La verdad es que no te vas a creer el resultado.
El lavado de prendas es una actividad cotidiana que realizamos para mantener nuestra ropa limpia y fresca. La frecuencia con la que debemos lavar nuestras prendas depende de su uso, material y tipo de prenda. Algunas prendas requieren un cuidado especial y deben ser lavadas a mano o en seco, mientras que otras pueden ser lavadas en la lavadora.
Antes de lavar nuestras prendas, es importante leer las etiquetas de cuidado. Estas etiquetas nos proporcionan información sobre el tipo de tejido, la temperatura máxima de lavado y si se puede o no utilizar blanqueador. Es importante seguir estas instrucciones para evitar dañar la prenda.
Para el lavado en la lavadora, es recomendable clasificar las prendas por colores y tipos de tejido. Por ejemplo, debemos lavar la ropa blanca y de color por separado, ya que la ropa de color puede transferirse a la ropa blanca durante el lavado. Además, debemos prestar atención a la temperatura de agua que se usa para cada prenda, ya que algunos tejidos delicados pueden requerir agua fría.
En cuanto a los productos de lavado, es importante elegir los adecuados para cada tipo de prenda y tejido. Por ejemplo, para la ropa de bebé o la ropa delicada, es recomendable utilizar detergentes suaves y sin fragancia. Para la ropa muy sucia o con manchas, es posible utilizar productos específicos para eliminar las manchas.
Secar las prendas
Después del lavado, es importante secar adecuadamente las prendas. Algunas prendas deben ser secadas al aire libre, mientras que otras pueden ser secadas en la secadora. Es importante seguir las instrucciones de cuidado para evitar dañar la prenda durante el secado. Y justo con esto último está relacionado el truco de introducir la tolla seca en el interior de la lavadora cuando haya terminado el lavado.
Tenemos que meterla justo cuando haya terminado el lavado, sin sacar la ropa de la lavadora. Cerraremos la puerta y pondremos un programa de centrifugado. Cuando acabe, verás que la toalla que habíamos metido previamente está mojada, mientras que el resto de la ropa está mucho más seca, con lo acabará de secar mucho antes. Y es que la toalla, al centrifugar la lavadora, ha acabado cogiendo la humedad del resto de la ropa.