Cuatro enfermedades que puedes detectar tú mismo mirándote los pies

Los pies, aunque apenas les prestemos atención, son una parte muy importante de nuestro cuerpo: soportan el peso y nos permiten andar, correr…

Pero además, como advierten desde el Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha:

“Nos pueden dar mucha información sobre el estado de salud general”.

A lo largo de los años, sufren cambios. Y no solo en la piel, ya que con la edad se vuelve más fina y por ende sensible, sino también en los huesos y articulaciones.

Así, pueden aparecer los temidos juanetes o los molestos callos y durezas (engrosamiento de la piel por el exceso de fricción y de presión).

Los pies, por tanto, son fundamentales para el bienestar y, sobre todo, para nuestra salud. Porque algunos problemas muy comunes, como dolores de espalda, cadera o rodilla, pueden tener su origen en ellos. 

Pies fríos

Si sucede en invierno, más allá de lo molesto puede llegar a ser, no tiene importancia médica. Sin embargo, si va acompañado de otros síntomas, sí puede ser una señal de alguna patología.

Tal y como señalan los especialistas:

“Suele ser un claro síntoma de problemas de circulación sanguínea”. 

Es el caso de la enfermedad de Raynaud, que entre su sintomatología presenta adormecimiento y frío en algunas zonas del cuerpo, como pueden ser los pies y los dedos de la mano. A esto hay que sumar cambios de color en la piel de las extremidades y sensación de hormigueo.

Es una enfermedad más frecuente en las mujeres y, dependiendo de su gravedad, no es incapacitante aunque sí afecta a la calidad de vida de los pacientes.

Los talones agrietados es una de las consecuencias del calzado veraniego en nuestros pies | CORTESÍA LE CLAN ESTETHIQUE

La raíz de esta dolencia puede estar en el consumo de ciertos medicamentos, como los indicados para la presión arterial, hábitos tóxicos, o síndrome del túnel tarsiano.

No obstante, no es la única afección que puede estar detrás de los pies fríos.

La neuropatía periférica nace como consecuencia de un daño neurológico, al verse afectados los nervios fuera del cerebro y los nervios periféricos. Y, generalmente, la causa de esta enfermedad son problemas metabólicos, infecciones o diabetes.

Mal olor

Es muy incómodo e, incluso, puede limitar la actividad social de quien la padece.

Por lo general, la mayoría cree que es un problema asociado a una escasa o precaria higiene, pero la realidad es que no es siempre así.

Su nombre científico es podobromhidrosis y puede ocurrir a todo tipo de personas, con independencia de su higiene, y en cualquier época del año, aunque hay determinadas estaciones donde el mal olor de los pies es más proclive a aparecer.

Los pies cuentan con más de 250.000 glándulas sudoríparas. Y el mal olor se produce cuando el sudor entra en contacto con las bacterias presentes en la piel.

Pero este exceso de sudoración y, por lo tanto, de mal olor, no siempre está relacionado con una higiene deficiente, ya que puede producirse por diferentes motivos.

Uno de ellos es la micosis, como explica a ‘Guías de Salud’ Rosario Correa, presidenta del Colegio de Podólogos de Andalucía. Una enfermedad infecciosa que se produce cuando un hongo invade una uña provocando que ésta se vuelva amarillenta y pueda dividirse o resquebrajarse. 

El pie de atleta es otra patología que puede desencadenar el mal olor y que afecta sobre todo a los deportistas por un exceso de humedad en el calzado.

Archivo – Pies de recién nacido. | BONNIE KITTLE – Archivo

Los cambios hormonales (principalmente en la adolescencia) también juegan un papel fundamental. Pero no queda ahí la cosa. 

Pies hinchados

Es más común de lo que parece. Después de un largo día, los pies no tienen el mismo aspecto que durante la mañana. Y aunque suele darse con más frecuencia durante el verano y los episodios de calor extremo, puede aparecer después de estar muchas horas sentado o de pie. 

Por ello, lo recomendable después de la jornada laboral es pasear o hacer deporte.

Uñas de los pies negras ¿me debo preocupar? | Christopher Ames

La obesidad o el consumo de alcohol también puede favorecer la hinchazón de los pies.

Otras causas son las siguientes:

Cambios hormonales.Embarazo.Calzado inadecuado.Diabetes.Lesiones en el pie.

Y lo que es importantre, tal y como advierten desde el COPCLM:

“Si la inflamación no se ha pasado en un par de semanas, acude a tu podólogo ya que la razón podría estar en otros problemas subyacentes, como dificultades cardíacas y renales”.

Uñas que han cambiado de color

Aunque los hongos suelen ser la causa más común del cambio de color en las uñas,

“Podría deberse a dificultades en la circulación de la sangre, problemas hepáticos y enfermedades crónicas”. 

Ante cualquier síntoma, como recuerdan los podólogos manchegos, hay que acudir inmediatamente a la consulta de un profesional.

 

Generated by Feedzy