Enfrascado de lleno en la lucha por la ventaja de pista en la Euroliga, el Barça deberá cambiar este domingo el chip y poner el piloto de la Liga Endesa en el Martín Carpena si quiere ver saciadas sus ansias de ‘vendetta’ en un duelo que se prevé excitante y que comenzará a las 17.00 horas.
Y es que la derrota en la prórroga en un partido que parecía controlado supo a cuerno quemado en el seno de un cuadro azulgrana que adolece precisamente de una incomprensible incapacidad para cerrar los partidos cuando toca.
‘Sato’, motivado
De hecho, un Tomas Satoransky en crecimiento admitió que viajan a Málaga con ganas de saldar una cuenta pendiente, por así decirlo. “Tenemos mucho respeto por lo que ha conseguido Unicaja, llevándose la Copa y ganándonos a nosotros en cuartos. Tenemos mucha ambición después de perder ese partido contra ellos”, indicó el checo en la previa. “Será un partido de nivel de Euroliga, muy complicado, pero ya hemos hecho algún paso adelante después de la Copa y esto es un buen test para nosotros”, añadió el ex de Washington Wizards.
Tiene razón el praguense, aunque con matices. Desde ese KO en Badalona, el Barça lleva cuatro victorias y tres derrotas, dos de ellas en sendos duelos calcados en las difíciles pistas del líder Olympiacos y del Fenerbahçe. El otro llegó en Zaragoza en la Liga Endesa tras una vergonzosa primera parte (46-24) que también escoció mucho en el equipo.
Higgins y Brizuela llegan ‘tocados’ al duelo de este domingo
| DAVID RAMÍREZ
Con esas salvedades, el equipo está ofreciendo argumentos para un optimismo moderado con el Mirotic más determinante desde su reaparición, una gran versión del checo Jan Vesely y la confirmación de que su compatriota Satoransky puede ser el líder que necesita el grupo. Abrines está con confianza y tanto Lapro como Kalinic siguen haciendo muy bien su trabajo. Falta que se sumen los Kuric, Sanli o Da Silva y que los que menos juegan aprovechen sus minutos… algo prácticamente imposible en el caso de Oriol Paulí. Por cierto, que Cory Higgins sigue entre algodones otra vez por culpa de la lumbalgia.
Gran rival
Ibon Navarro ha devuelto la alegría al Unicaja con el primer título desde la Eurocopa de 2017 y el primero nacional desde la Liga que ganó en 2006 con otro genio en el banquillo como Sergio Scariolo. Y es que el extécnico del MoraBanc Andorra está callando muchas bocas mientras demuestra que está más que preparado.
Quintos con 14 victorias y clasificados ya para cuartos en la Champions a falta de una jornada, los malagueños llegan sin Djedovic y con la duda de Darío Brizuela, pero con Tyson Carter, Kendrick Perry, el ‘killer’ Kalinoski, Kravish y compañía.
Brizuela, seria duda
Darío Brizuela sacó a pasear toda su clase el pasado 16 de febrero en el Palau Olímpic de Badalona para erigirse en ejecutor del Barça en los cuartos de final de la Copa del Rey con una sensacional actuación. El canterano del Easo donostiarra anotó 27 puntos en 25 minutos con 6/9 en tiros de dos, 3/6 en triples, seis tiros libres sin fallo y +22.
Darío Brizuela sentó cátedra contra el Barça
| EFE
Desde que lideró a los malagueños hasta el pase a ‘semis’ en la prórroga, Brizuela no brilló en los otros dos duelos coperos (1 punto y -6 contra el Madrid y 7 con +4 en la final). Pese a ello, ha rayado a muy buen nivel en los cuatro siguientes encuentros con 22 puntos y +23 ante el Bàsquet Girona, 12 y +16 contra el UCAM Murcia y 20 puntos con +9 y 12 con +7 en los dos partidos de Champions contra el Galatasaray.
Pues bien, el vasco será duda hasta el final este domingo frente al Barça tras perderse el partido de Champions ante el Limoges por la lesión de grado 1 en el cuádriceps izquierdo que sufrió el pasado fin de semana en Murcia. El que no estará con total seguridad es el jovencísimo Mario Saint-Supéry.