No hay nada que reconforte más que el aroma de un buen café tostado inundando la cocina o la oficina, y quién no ha suspirado al pasar junto a una cafetería que emana un olor increíble a café. Aunque los expertos explican que el beber una taza de café al día puede tener múltiples beneficios para tu salud, también debemos considerar el tipo y presentación del café que consumimos. Pensemos ¿qué efectos adversos podría tener mi café de olla, el café de maquinita o el de cápsulas?
Mientras son peras o son manzanas, anteriormente decidimos averiguar qué ocurre con nuestro cuerpo cuando tomamos mucho café, incluso nos preguntamos si tomar mucho café podría matarnos. Pero es conveniente plantearnos qué tan dañinas son las cápsulas de café para nuestro cuerpo, sí esas que se volvieron famosísimas hace un par de años pese a toda la problemática ambiental que involucran.
¿Por qué gustan tanto las cápsulas?
Para nosotras y nosotros, quienes somos amantes de la cafeína, la presentación de cápsulas ofrece un beneficio que a todos apremia: lo fácil que se vuelve preparar un café lo suficientemente cansado para que nos ayude a obtener ese empujoncito de energía. También podemos acceder a varios sabores con tan solo una caja de cápsulas.
Se presume que la cremosidad y la intensidad que ofrece cada taza, no se obtiene tan fácil otra forma de preparar nuestro cafecito, y la verdad es que es cierto, pero como amantes del café; sabemos que una de las partes más exquisitas es el proceso de prepararlo. Ese delicioso y aromático ritual hace que cada sorbo valga total y completamente la espera.
Efectos dañinos
Una de sus desventajas es que suelen ser más caras que otros métodos, a veces, incluso más caras que ir a comprar uno a una cafetería local. Y ni hablar del daño a nuestro organismo con el exceso de tazas que podemos prepararnos en una hora, porque sí, todos lo hemos hecho alguna vez en nuestra vida cafetera; decimos uno más, solo uno más y cuando vemos ya llevamos tres cápsulas diferentes porque queríamos probar los otros sabores.
El Departamento de Química de la Universidad de Barcelona, realizó un estudio sobre esta modalidad para hacer café, y resultó que las cápsulas de café comerciales que puedes encontrar en los supermercados mostraron una mayor concentración de furano (entre 117–244 ng/ml), una sustancia química que podría provocar la aparición de células cancerígenas o generar daño hepático.
La cuestión con el furano (elemento altamente volátil) es que las cápsulas se cierran de forma hermética y con ello el furano, y dado la forma de elaboración de la cápsula, el furano no puede liberarse de ningún modo para evitar el daño. A diferencia del método convencional, con una máquina de café molido que en esta el café se expone al aire libre.
Otro de los problemas que vemos con las cápsulas es que el café molido se coloca con una fórmula láctea en materiales de aluminio o plástico, este último usualmente puede contener bisfenol, lo que afecta el sistema endócrino y de los cuales podemos ver a largo plazo sus efectos.
Además de ello, recordemos el impacto en el medio ambiente, pese a que algunas de estas cápsulas son reciclables, sabemos que el concepto de reciclable y compostable ha perdido credibilidad, ya que esto se consigue solo sí y cuando sí se cumplan estrictamente las condiciones ambientales e industriales para que se logre el reciclaje y el compostaje.
En conclusión, recuerda que absolutamente todo en exceso es potencialmente perjudicial para la salud. Debemos ser mesurados y cautelosos, y tal vez de vez en cuando no nos haga daño una taza de café en cápsula.
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