La renovación de Xavi es un paso imprescindible para seguir con la construcción del nuevo Barça. El proyecto de transformación iniciado hace un año y medio está a medio camino. Queda mucho trabajo por hacer para conseguir que el equipo vuelva a ser competitivo en Europa. En España, el cambio de ciclo ya es una realidad: se ha ganado la Supercopa, este domingo se puede sentenciar la Liga y la final de la Copa está muy cerca. Pero el fracaso en la Champions y la decepción en la Europa League obligan a seguir mejorando la plantilla para aumentar su rendimiento. Todo este proceso necesita un líder indiscutible en el vestuario. Y este, por supuesto, no puede ser otro que Xavi.
Laporta ya definió en una frase los méritos del técnico: “Hay que renovarle porque se la jugó, conoce la casa y defiende el estilo genuino del Barça. Además, comprende la situación del club y no te hace estirar más el brazo que la manga, no te pide locuras…”. Lo que ha conseguido Xavi hay que ponerlo en valor: esta temporada puede ganarse un triplete nacional después de superar en tiempo récord la triple crisis deportiva, económica e institucional que dejó al club al borde del colapso. Las (escasas) dudas que pudieron generarse antes de su fichaje por su escasa experiencia se han desvanecido cuando ha demostrado su enorme capacidad como técnico y su extraordinaria gestión del vestuario.
LA PRESIÓN DEL BANQUILLO DEL BARÇA
Xavi siempre ha tenido claro que sentarse en el banquillo del Barça supone una presión enorme que muy pocos están dispuestos a asumir y que aún menos pueden soportar. El lo ha hecho. Con enorme profesionalidad. Con talento. Con valentía. Aunque reconoce que ha sufrido. Mucho. “Los peores días de mi vida han sido como entrenador del Barça”, aseguró hace unos días en un acto en su Terrassa natal. Xavi es consciente de que se le juzgará por los resultados y que, por lo tanto, está obligado a ganar títulos. Y de forma inmediata.
Afortunadamente ha encontrado en Laporta un aliado fiel que confía plenamente en su trabajo. De ahí que el presidente le ofrezca esta renovación para que amplíe, de momento, su contrato un año más, hasta junio de 2025. Aunque el objetivo del presidente es que Xavi sea su entrenador hasta el final de su mandato, en junio de 2026. Los éxitos están en camino y el futuro del Barça se augura esplendoroso. Todo gracias a este perfecto binomio que han formado Laporta y Xavi. Un binomio que debe seguir.
