Aleix Aubert, a sus 17 años, se ha hecho un nombre en el esquí alpino al otro lado del Atlántico. Acaba de subir dos veces al podio National Junior Championship, más concretamente acabó segundo en las pruebas de eslalom y de gigante codeándose con las jóvenes promesas de EE.UU y de Canadá. “No me lo esperaba los dos podios pero llevaba toda la temporada esquiando muy bien y llegaba confiado a estas carreras”, explicaba Aubert.
El doble podio es el premio al sacrificio que ha tenido que hacer este joven barcelonés para renunciar a su familia y amigos y ‘emigrar’ a EE.UU. hace ya tres años para hacer su sueño realidad. “Desde pequeño me ha encantado esquiar y siempre he querido ir fuera a esquiar. En sexto de primaria ya fui a Andorra y después a La Molina. Llegado el momento y mis padres querían que aprendiera inglés y siempre les dije que quería venir a EE.UU, a Vermont”, explica el esquiador de Rossignol.
Todo empezó cuando después de haber ganado la Copa de España como infantil y competiciones como el Trofeo Pitarroy buscó consejo en la figura de un especialista como Jordi Pujol. Y es como Aleix empezó a esquiar y estudiar en la academia Stratton Mountain School en Vermont. De hecho, el primer año lo becaron por los buenos resultados con los que llegaba. Pero tenía que confirmar las expectativas. Así fue como sumó un punto en su primera carrera en la NorAm, el equivalente a la Copa de Europa, un hecho excepcional. Y regresó puntualmente a España para competir en el trofeo Blanca Fernández-Ochoa y con una sólida victoria desterró cualquier duda sobre el nivel de EE.UU. pues ya contaba con 40 puntos en su haber.
Tuvo la oportunidad de entrenar con el equipo noruego. Y sorprendidos le espetaron entre bromas: “Eres de Barcelona? Qué haces esquiando y no jugando a fútbol. Lo que los noruegos no sabían es que en sexto de primaria ya dejó a la familia para estudiar fuera y poder esquiar.
Ahora vuelve a España con el objetivo de entrar en la RFEDI porque tiene en Quim Salarich y Albert Ortega a sus referentes; los tres son de La Molina Club d’Esports. “Me gustaría entrar en la RFEDI y poder realizar el sueño de todo esquiador que es llegar a la Copa del Mundo”, adelanta el esquiador de Rossignol. Aunque también empezará la universidad, estudiando Administración de Empresas (ADE), porque esquiador o no, también se tiene que labrar un futuro alternativo.