Argentina y Ecuador quedaron enredados en un conflicto diplomático después de que se fugara de la embajada del primer país en Quito María de los Ángeles Duarte, una exministra de Rafael Correa, el principal impugnador del actual presidente Guillermo Lasso. Ecuador pidió el retiro del embajador Gabriel Fucks y, de inmediato, Buenos Aires hizo lo propio con Xavier Monge.
Argentina lamentó la “incomprensible decisión del Gobierno” de Quito de solicitar el retiro de Gabriel Fuks, el embajador argentino en ese país. “El Gobierno ha tomado con sorpresa y profunda tristeza la decisión de Ecuador de escalar el desacuerdo existente respecto a la situación de la señora María de los Ángeles Duarte Pesantes y llevarlo a nivel de perjuicio en la relación bilateral”, lamentó el ministerio de Exteriores. Recordó a su vez que “no existe norma internacional alguna que obligara a las autoridades diplomáticas argentinas a ejercer custodia” sobre la exministra, quien se encontraba en la residencia del embajador en calidad de asilada política desde 2020.
Duarte había sido condenada a ocho años de prisión por el delito de cohecho. Para los tribunales, ella y Correa eran parte de una estructura delictiva que pidió sobornos por casi 7,6 millones de dólares a empresas a cambio de contratos con el Estado. Ambos rechazaron el dictamen y lo consideraron un acto de persecución política.
Fuks fue declarado “persona no grata”. La diplomacia ecuatoriana estimó que había vulnerado “el principio de buena fe y confianza mutua entre Estados”, facilitando la huida de Duarte. “En modo alguno se entiende que se pretenda atribuir a un accionar expreso del Gobierno argentino que la persona mencionada haya podido, por inoperancia de las autoridades ecuatorianas, circular por Ecuador y partir desde ese país hacia el extranjero eludiendo los sistemas de control dispuestos por dichas autoridades alrededor de la Residencia de la embajada argentina en Quito”, respondió la Cancillería.
La exministra fue recibida en Caracas por el embajador argentino Oscar Laborde. Ella agradeció al Gobierno de Alberto Fernández “por haberme cobijado ante la persecución de los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso”.