Nombran en honor a J.R.R. Tolkien a esta nueva rana descubierta

En ocasiones la realidad supera a la ficción. Esto es precisamente lo que han comprobado en sus propias carnes los científicos ecuatorianos Juan C. Sánchez Nivicela y Diego F. Cisneros Heredia, y el español José M. Falcón Reibán en su última investigación. En una exploración por el Parque Nacional Río Negro-Sopladora, ubicado en la parte ecuatoriana de los Andes, descubrieron una nueva especie de rana de torrente con características muy llamativas. 

En palabras del propio Cisneros: “La nueva especie de rana tiene colores alucinantes y parecería que habita en un universo de fantasías, como los creados por Tolkien”. El recuerdo y la forma en que el anfibio evoca a los paisajes fantásticos y las historias de El señor de los anillos o El Hobbit llevó a sus descubridores a asignarle un nombre acorde a su aspecto: Hyloscirtus tolkieni.

Las ranas de torrente

La rana pertenece a un grupo conocido como rana de torrente, un género de anfibios anuros de la familia Ranidae que incluye hasta 40 especies de anfibios diferentes. Se distribuyen por toda Centroamérica y América del Sur, especialmente en zonas acuáticas, ríos y riachuelos, tanto de zonas boscosas como montañosas.

Los adultos suelen encontrarse de forma más habitual en las zonas húmedas de vegetación de las laderas de los ríos, mientras que los renacuajos suelen ocupar rocas sumergidas, donde pueden crecer y desarrollarse de manera más segura. 

Una criatura fantástica

Ahora, el descubrimiento de esta nueva especie de rana de torrente ha despertado una gran curiosidad a los científicos. Y es que, además de pertenecer a una especie completamente desconocida hasta el momento, únicamente se ha encontrado un individuo de esta variedad. 

El anfibio presenta grandes diferencias respecto a sus “primos” cercanos. Lo más identificable a primera vista es la fantástica diversidad de colores que tiñe su cuerpo: las zonas visibles son grises con puntos amarillos y negros, mientras que  las zonas ocultas (garganta, vientres y flancos) tienen un color dorado chillón con puntos oscuros.

Además, el anfibio presenta un tamaño mayor al resto de ranas del torrente conocidas: casi 65 mm. Destacan también las franjas dérmicas en las extremidades traseras y delanteras, así como el iris de un color rosa pálido.

Desde luego, el conjunto de estas características la convierte en un ejemplar digno de ficción, volviéndose una clara merecedora del nombre elegido.

Un único individuo

La información sobre este individuo es escasa, y es que se conoce ubicación de un solo ejemplar en una única localidad. Por lo tanto, es imposible que por el momento se realice cualquier tipo de evaluación acerca del estado de conservación o del riesgo de extinción.

Es por ello que los científicos han puesto de manifiesto la urgencia de iniciar investigaciones para conseguir monitorizar la especie y obtener todos los datos necesarios para asegurar su conservación: historia de vida, tendencias de población, número de ejemplares, posibles amenazas…

El entorno idóneo

El Parque Nacional Río Negro- Sopladora representa un entorno fantástico para descubrir nuevas especies. De hecho, existen aún zonas boscosas en el parque nunca exploradas y que se mantienen completamente vírgenes.

Esto es debido a que el sur de Ecuador, donde se encuentra esta área protegida, presenta una geografía producto de procesos volcánicos muy antiguos. Consecuencia de estos fenómenos, existen espacios aislados y de difícil acceso que albergan gran cantidad de biodiversidad.

Es por lo tanto, muy necesario proteger estos entornos naturales de los impactos negativos causados por humanos. La deforestación, la invasión agrícola, la minería o el cambio climático son algunos de los procesos que podrían poner punto final a hallazgos de especies tan fantásticas como esta.

 

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