La fertilidad de las ratas topos desnudas desafían el envejecimiento

Una vez más, las ratas topo desnudas -heterocephalus glaber- han arrojado luz a otra investigación que se enfrenta a las leyes científicas. Estos roedores subterráneos, ya han desafiado muchas normas biológicas, como su impermeabilidad al cáncer, su resistencia al dolor o su capacidad de supervivencia en entornos con poco oxígeno. Ahora, una investigación que publicaNature Communications, da a conocer los procesos que confieren a estos roedores lo que parece ser una fertilidad eterna, un hallazgo que podría conducir a futuras terapias para los humanos.

Un estudio que desafía los dogmas científicos

La investigación ha comparado los ovarios de las hembras de la rata topo desnuda con los de ratones en diferentes fases de desarrollo. Mientras que los ratones mostraban una disminución de la fertilidad a partir de los nueve meses, con una esperanza de vida de aproximadamente cuatro años, sus congéneres roedores no lo hacían.

Este hallazgo “desafía el dogma que se estableció hace casi 70 años, que afirmaba que las hembras de mamíferos están dotadas de un número finito de óvulos antes o poco después del nacimiento”

La mayoría de las hembras de mamíferos, incluidos los humanos y los ratones, nacen con un número finito de óvulos que se agotan con el tiempo, lo que dificulta cada vez más la fertilidad. Sin embargo, esta curiosa especie parece tener un proceso biológico especial que preserva estas células y mantiene su fertilidad toda la vida.

El estudio indica que, por ejemplo, una rata topo desnuda tiene a los ochos días de edad un promedio de 1,5 millones de óvulos, unas 95 veces más que una ratona de la misma edad.

Nuevas vías de terapias reproductivas para los humanos

La hembra de la rata topo desnuda, a diferencia de las abejas o las hormigas no nace reina, sino que cuando esta muere o es apartada de la colonia, las subordinadas compiten por ocupar su lugar y activarse reproductivamente. En el estudio, los investigadores también retiraron de la colonia a las hembras no reproductoras para activar su reproducción. Pronto, descubrieron que estas tenían células precursoras de óvulos empezaron a dividirse, en preparación de su estatus de reina, para convertirse en rata topo reproductora.

“Esto es importante porque si podemos averiguar cómo lo hacen, podríamos desarrollar nuevas dianas farmacológicas o técnicas que ayuden a la salud humana“, explica Brieño-Enríquez, autor principal del estudio y profesor adjunto del Instituto de Investigación Magee-Womens y del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias de la Reproducción de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. “Aunque los humanos viven más, la menopausia sigue ocurriendo a la misma edad”.

“Esperamos utilizar lo que estamos aprendiendo de la rata topo desnuda para proteger la función ovárica más adelante en la vida y prolongar la fertilidad”, subraya Brieño-Enríquez.

En los humanos, la ovogénesis se produce en la fase embrionaria del desarrollo, por lo que el número de óvulos se limita al nacer. De uno a dos millones de óvulos disminuyen a 300.000-500.000 en la pubertad y descienden después hasta la menopausia. Aunque algunos se pierden por ovulación, la mayoría mueren. Descubrir cómo las ratas topo conservan sus óvulos, e incluso tienen la capacidad de crear más, puede abrir nuevas vías a terapias reproductivas para la especie humana.

 

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