Un afortunado error de calibración del Telescopio Espacial James Webb ha llevado al descubrimiento de un nuevo y pequeño asteroide de alrededor de cien metros de tamaño. Entiéndase pequeño en términos astronómicos, ya que se trata de una roca de bastante tamaño.
El descubrimiento se produjo mientras los investigadores examinaban los datos recopilados durante la calibración del Instrumento de Infrarrojo Medio del James Webb, que falló debido a problemas técnicos.
Mientras revisaban los datos, descubrieron un pequeño asteroide que pasaba por el campo de visión del instrumento al mismo tiempo. El asteroide tiene alrededor de 100 a 200 metros de largo y se cree que es el asteroide más pequeño que Webb ha observado hasta ahora. El autor principal de la investigación, Thomas Müller, señaló que las observaciones “fallidas” de Webb aún pueden ser científicamente útiles.
Lo comparan con el tamaño del Coliseo de Roma, y aunque su utilidad sea reducida, consideran que es interesante para ver el gran potencial que guardan las lentes del James Webb tanto en las galaxias más remotas como en las cercanías de nuestro “vecindario”.