El Espanyol confesó sus pecados demasiado tarde, y no le llegó para redimirse ante la Real Sociedad. Darder y Brian Oliván metieron a los blanquiazules en el partido cuando el 0-3 escocía, después de un festival donostiarra que ‘echó’ a la pericada del RCDE Stadium, harta del pobre rendimiento y tras haber señalado a la directiva con sus cánticos. El descenso continúa cerca y arde en un vestuario que tampoco encuentra soluciones.
Tuteó y porfió el balón el Espanyol a la Real Sociedad. Los blanquiazules se instalaron en terreno ajeno y coquetearon con el 1-0 en un centro de Darder que Calero cabeceó en el segundo palo. Remiro, en bloqueo voleibolístico, levantó los lamentos del ‘Templo’.
El ímpetu perico, sin embargo, duró diez minutos. La Real Sociedad recuperó su amuleto esférico y desplegó todos sus encantos, con Take Kubo acicalado para la ocasión. El nipón firmó un primer tiempo delicioso, con pelota y ejerciendo la presión. Oyarzabal despertó a Álvaro, poco ortodoxo pero efectivo. Kubo le sonrojó. Volea a media altura con la zurda al primer palo, el que debe cubrir el portero. 0-1 en el marcador.
Refunfuñaba el RCDE Stadium, y la sorpresa se tornó amargura. Pitos al juego del equipo. Los ‘txuri-urdin’ danzaban y se divertían. Afortunadamente para el Espanyol, Sørloth no echó vinagre en la herida.
El noruego gana en las distancias cortas y se resarció tras el intermedio. Oyarzabal centró académicamente y el ‘killer’ empujó el 0-2. El baile donostiarra era ya total, con el Espanyol frustrado. Y la penitencia llegó con fuego amigo. Cabrera no quiso, pero cabeceó un balón cruzado contra su propia portería.
La afición espanyolista dijo basta, y empezó a abandonar el estadio, mientras se escuchaban cánticos contra la directiva. Los blanquiazules, no obstante, lograrían meterse en la pomada, ya con los de la ‘Bella Easo’ sin apetito. En una acción a pelota parada, Darder puso el 1-3; y en el 87′, Oliván pisó área y definió con violencia para resucitar las ilusiones. La expulsión de Cabrera aniquiló la esperanza.
