El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) lleva varios años elaborando detallados informes sobre sus devastadoras consecuencias en el planeta. Esta institución también hace hincapié en las posibles estrategias a seguir a fin de combatir este grave problema, recomendaciones que a la postre son las que deberían inspirar a los gobiernos en sus decisiones finales. Hoesung Lee, director del IPCC, afirma que las conclusiones de este informe representan una urgente y clara advertencia acerca de las nefastas consecuencias de la inacción y que las “medidas a medias” que toman la mayoría de países no son suficientes para frenar las consecuencias del cambio climático global.
El reto del cambio climático en España
Con los años, las evidencias del impacto que tendrá en las vidas de las personas el cambio climático se han ido acumulando. Los más de 3.500 folios del informe Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad del Grupo de Trabajo II del Panel Internacional sobre Cambio Climático detallan el efecto que, según las evidencias actuales, va a tener sobre España. En el informe se pone de relieve cómo el cambio climático afecta a los ecosistemas y a los sistemas económicos y sociales, y en el caso concreto de España esta relación pasa necesariamente por la agricultura y la disponibilidad de agua. La creciente demanda de agua puede agotar los acuíferos y reducir drásticamente los regadíos, causando un gran impacto económico en otros sectores como el del transporte o en la generación de energía hidroeléctrica. Por otra parte, si las emisiones de CO2 en la atmósfera se mantienen altas en nuestro país y no logran reducirse, según un estudio de la UE, presentado en el mismo informe del IPCC, siete millones de personas acabarán viviendo en zonas con escasez hídrica con el consiguiente efecto negativo (en la actualidad, las sequías ya cuestan 1.500 millones de euros, según el mismo estudio), unos daños que, según una estimación publicada en 2021en la prestigiosa revista Nature, aumentarán en un 250 por ciento.
En el informe se pone de relieve cómo el cambio climático afecta a los ecosistemas y a los sistemas económicos y sociales, y en el caso concreto de España esta relación pasa necesariamente por la agricultura y la disponibilidad de agua.
El informe continúa explicando que en un escenario con unas emisiones tan elevadas de CO2, todos los años se producirán olas de calor extremas en España. El 75 por ciento de nuestro territorio ya se encuentra en grave peligro de sufrir un proceso de desertificación debido a una combinación de lluvias irregulares, un aumento significativo de las temperaturas y el maltrato constante a los suelos. Según las conclusiones del estudio del IPCC, si no se toman medidas para reducir dichas emisiones, en 2050 el número de personas que morirán anualmente a causa del calor en España pasará de unas 1.500 a unas 8.000 (aunque existen estudios aún más alarmantes que apuntan a que esta cifra podría ser aún peor). Ciudades como Madrid o Barcelona podrían ver cómo sus temperaturas en época estival aumentan de media unos cinco grados durante más de 79 días. Por su parte, Sevilla podría incluso alcanzar unos valores extremos de más de 50 grados en verano. Otro factor a tener muy en cuenta, según el informe, son las inundaciones. De hecho, actualmente, en España unas 200.000 personas viven en zonas que muy posiblemente estarán expuestas a inundaciones anuales hacia mediados de siglo. En un articulo aparecido en el año 2019, la revista Nature afirma asimismo que el delta del Ebro o el norte de Algeciras podrían verse seriamente afectados por ello. Por último, los expertos están de acuerdo en afirmar que tanto los gobiernos como la población en general deberían tomar nota de que el cambio climático es un fenómeno que ha llegado para quedarse, y el conjunto de la sociedad ha de ser plenamente consciente de que cada décima de grado que se consiga frenar es una victoria para el clima. Y para todos.