Tras el terremoto de Turquía los expertos empiezan a hacer sus cábalas sobre qué consecuencias tendrá un seísmo de estas características con el fin de poder evitar más desgracias en las próximas semanas.
Aunque lo peor ya ha pasado, cabe destacar que estas catástrofes traen consecuencias en la zona, que a veces pueden ser muy graves. Los expertos están preocupados porque consideran que podemos vivir el efecto triggering.
“Podría ser el disparo de una falla que también estaba cargada”, asegura Raúl Pérez López, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) en una entrevista hace pocos días. Un fenómeno conocido como triggering: un primer terremoto afecta, también, a una segunda estructura paralela de falla, que termina por fracturarse por la energía que recibe.
“Un terremoto de 7,8 afectando a otro de 7,5 puede ser doblemente devastador”, añadía el experto. Es decir el peligro de múltiples réplicas en las próximas semanas es bien real, al ser la zona el lugar donde confluyen la placa arábiga y la subplaca de Anatolia.
Estas réplicas son un auténtico peligro ya que representan un alto riesgo para los edificios ya dañados y para las labores de rescate de las personas atrapadas entre los escombros. La comunidad internacional se ha movilizado para buscar una solución y ayudar en labores de resctae.