Keira Walsh, una más en Barcelona

Keira Walsh levantó los brazos y buscó, en seguida, la complicidad de Claudia Pina tras marcar su primer gol como azulgrana en el último partido liguero ante el Betis. La centrocampista de Rochdale, Manchester (8 de abril de 1997), dejó por un instante a un lado su característica timidez y celebró -eso sí, un ‘pelín’ sonrojada y con la cabeza un tanto agachada- con el resto de compañeras su mejor momento, dentro y fuera del campo, desde que fichó por el Barça.

Aterrizó Keira a Barcelona el pasado verano en el último día del mercado. Se incorporó al equipo para empezar directamente la competición, sin hacer pretemporada, y a un vestuario de jugadoras que ya se conocían entre ellas. Era ‘la nueva’. Y la primera vez que salía de Manchester y del City, la ciudad y el club que la vieron crecer. Dejaba atrás su zona de confort. Y lo hacía para pasar a formar parte de uno de los equipos con más repercusión mediática del mundo. Casi nada.

LOS PRIMEROS DÍAS

No fueron para nada fáciles los primeros días. No conocía el idioma y no entendía ni al cuerpo técnico ni a sus compañeras en los entrenamientos. Era recíproco, pues desde el vestuario comentaban que “tiene un acento muy cerrado que cuesta de entender”. Solo conocía de antes a Lucy Bronze y se hizo rápidamente amiga de Ingrid Engen y Aitana Bonmatí, ambas con un nivel alto de inglés e imprescindibles en su proceso de adaptación.

Siempre ha tenido Keira muy claro que para rendir bien en el campo es necesario entender y adoptar el contexto que rodea al equipo: la cultura, las costumbres y el idioma. El club pone a disposición de las futbolistas extranjeras, además de la atención psicológica que puede recibir toda la plantilla, un profesor de castellano dos días a la semana, unas clases de unos noventa minutos que se llevan a cabo después de los entrenamientos en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.

Además, el delegado del equipo, desde la pasada temporada Marçal Pera, es el encargado de realizar las funciones de la Oficina de Atención a la Jugadora –Joel González desempeña este rol en el primer equipo masculino-, que van desde ayudar a las futbolistas a buscar un piso hasta acompañarlas y asesorarlas en temas burocráticos o prácticos como, por ejemplo, si se les estropea el coche. De hecho, cuentan desde dentro que algunas jugadoras internacionales han quedado “gratamente sorprendidas” por esta figura, pues en otros clubes -también grandes de Europa- no contaban con este acompañamiento.

UVAS, CALÇOTS, CAFETERÍAS Y LEGO

Más allá del idioma, Walsh ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse al equipo. Regresó a Barcelona después de los días de vacaciones durante la Navidad para asistir a las sesiones de entrenamiento presencialmente voluntarias Y pasó el fin de año en su nueva ciudad -descubrió la tradición de las doce uvas- con algunas compañeras del equipo, como Pina y Patri, y también de otros clubes, como Ona Batlle o Leila Ouahabi. Empezó el 2023 probando los calçots con Mariona, Paredes, Paños y Crnogorcevic, con Engen se ha recorrido las mejores cafeterías del barrio de Gràcia y con Bronze y su perrita Narla ha conocido Sant Just.

Keira Walsh, probando los calçots con Crnogorcevic, Paredes, Paños y Mariona

| Instagram – Crnogorcevic

Y aunque de puertas afuera su aparente timidez y un carácter introvertido hacen que parezca imposible, desde el vestuario azulgrana aseguran que Keira es “muy graciosa y bromista”. Ha hecho migas con todo el equipo y se ha hecho querer. Una curiosidad, en su tiempo libre le encanta hacer construcciones de Lego.

CUESTIÓN DE TIEMPO

Desde que empezó el nuevo año, en el campo se ha dejado ver una Keira más cómoda, suelta y con los automatismos propios del equipo azulgrana integrados. Su fútbol -que la llevó a ser nombrada Mejor Jugadora en la final de la pasada Eurocopa y pieza clave en el City- casa a la perfección con el estilo del Barça. Sin embargo, un tiempo de adaptación es siempre necesario para acabar de sacar el máximo potencial de cada futbolista.

“Creo que en general se tiene poca paciencia con los fichajes, no creo que todo el mundo acabe de entender que el fútbol en el Barça es muy diferente al de otros países. Las jugadoras españolas que llevan aquí muchos años lo llevan en la sangre, pero para las de fuera es todo muy nuevo. La manera de entender el fútbol, de jugar… Es normal que conlleve un tiempo”, explicaba Engen en una entrevista para SPORT.

Es un caso parecido al de Keira. Ambas llegaron a Barcelona para cubrir una de las posiciones más importantes para desarrollar el juego azulgrana, la de pivote. “Y Patri Guijarro hace que parezca muy fácil”, dicen las dos. Poco a poco han ido puliendo aspectos para ir creciendo de la mano del equipo. Con Giráldez y su ‘staff’, la centrocampista inglesa repasa cada partido para seguir mejorando. Le piden que se atreva más, porque cuando lo hace, es diferencial.

 

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