La Fiscalía pide archivar la causa abierta en Palma contra el expresidente de Panamá tras un año sin poder localizarlo

Los juzgados de Palma no consiguen encontrar a Ricardo Martinelli, el expresidente de Panamá imputado por utilizar a un grupo de guardias civiles de Mallorca para controlar todos los movimientos en la isla de su expareja durante semanas. Tras un año de infructuosas gestiones para localizarlo y citarlo a declarar como investigado, la Fiscalía ha reclamado que se archive provisionalmente la causa contra él, según fuentes conocedoras del proceso judicial. El caso continuará así para los cuatro agentes y el cabecilla de la trama, a la espera de que en el futuro se pueda reabrir contra Martinelli. Mientras, el político centroamericano está actualmente volcado en la precampaña para las elecciones presidenciales en su país de 2024 con continuas apariciones públicas.

La investigación fue asumida inicialmente por el juzgado de instrucción número 2 de Palma, que en marzo de 2022 imputó oficialmente a Martinelli, a los cuatro agentes de la Guardia Civil, el líder del grupo y otras cinco personas por organización criminal, revelación de secretos y acoso. Ya entonces no se pudo averiguar oficialmente el paradero de Martinelli. La causa fue derivada semanas después a un juzgado de violencia sobre la mujer por la relación que unía al político panameño y la denunciante. Tampoco las gestiones de este órgano judicial han permitido encontrar un domicilio donde informar al exmandatario panameño de los cargos contra él.

Casi un año después, la Fiscalía ha movido ficha para agilizar la causa. El ministerio público reclama que se archive provisionalmente el procedimiento contra Martinelli. El caso regresaría así al juzgado de instrucción, que deberá decidir si envía a juicio al resto de investigados.

Las pesquisas, llevadas a cabo por Asuntos Internos de la Guardia Civil, revelaron que los agentes investigados realizaron numerosos seguimientos y vigilancias a la expareja del político durante varias semanas del verano de 2020 en Mallorca. Los guardias, que formaban una suerte de grupo parapolicial en sus horas libres, daban cuenta de todos los movimientos de la mujer a Martinelli en conversaciones de WhatsApp, informándole al minuto de su ubicación y remitiéndole fotografías de la víctima. La mujer apuntó incluso que su teléfono móvil fue espiado con Pegasus. 

 

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