Dos terremotos de 7,8 y 7,5 de magnitud, junto con sus réplicas, han causado destrozos y han provocado miles de víctimas en el sudeste de Turquía y el norte de Siria, un evento que se suma a la larga lista de seímos que ha sufrido recientemente esta región, considerada una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
No en vano, la zona ha sufrido 50 temblores fuertes en el último siglo. Hasta ahora se consideraba el seísmo más grave de la historia reciente aquel ocurrido en 1939 en la provincia de Erzincan, el cual se saldó con 32.000 víctimas. De hecho, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha afirmado que se trata de la mayor tragedia sufrida en el país desde dicho seísmo.
convergencia de cuatro placas tectónicas
La razón de esta sorprendente actividad sísmica se debe a que en esta zona convergen cuatro placas tectónicas: las de Anatolia, Arábiga, Euroasiática y Africana. Estas masas de tierra, que forman la capa más externa de nuestro planeta, se desplazan constantemente y chocan entre sí.
Los terremotos ocurren con mayor frecuencia en las líneas de falla, que originan fracturas en la superficie del planeta. Y en esta región existen dos grandes fallas transformantes, esto es, aquellas en las que se produce un desplazamiento lateral de una placa tectónica con respecto a la otra: se trata la falla de Anatolia Septentrional (de 1.000 kilómetros de longitud) y la falla de Anatolia Oriental (de 700 kilómetros).
A medida que las placas tectónicas se empujan entre sí, pueden llegar a “atascarse” debido a la fricción. Cuando estas placas finalmente se “desatascan” como resultado de una acumulación de presión, liberan una gran cantidad de energía que se convierte en terremotos o tsunamis cuando las placas tectónicas convergen bajo el agua.
Además, a esto se suma que las placas tectónicas que hay en esta región se desplazan de manera lateral una respecto a la otra. Concretamente, la placa Arábiga se desplaza hacia el norte a razón de unos dos centímetros al año, mientras que la Africana se mueve en la misma dirección, pero a menor velocidad. Esta clase de desplazamiento origina terremotos más frecuentes y, también, más potentes.
¿Qué son las réplicas de los terremotos?
A medida que la corteza se reajusta a los cambios de tensión, se producen numerosas réplicas después de un gran terremoto. Por esa razón, en Turquía se registraron tres terremotos más de magnitud superior a 6,0 en las primeras doce horas posteriores al temblor inicial. Ha habido cientos de réplicas de menor magnitud, la primera de las cuales fue una de 6,7 que se produjo apenas 11 minutos después del primer seísmo.
Japón, otro ejemplo similar
Una de las regiones más parecidas a Siria y Anatolia es la de Japón. Allí también confluyen cuatro placas tectónicas que convergen en el Pacífico. Este hecho provocó uno de los terremotos más fuertes y peligrosos de los últimos tiempos, aquel que ocurrió en 2011, y que originó un tsunami que arrasó la costa noreste de Japón, ocasionando la tragedia nuclear de Fukushima.