El hecho de que los investigadores hayan encontrado ahora un nuevo ingrediente activo en bacterias del género Pseudomonas no es casualidad. “Hemos estado trabajando con pseudomonas durante algún tiempo y sabemos que muchas de estas especies bacterianas son muy tóxicas para las amebas, que se alimentan de bacterias”, explica Pierre Stallforth.
Stallforth es el jefe del departamento de Paleobiotecnología en Instituto Leibniz para la Investigación de Productos Naturales y Biología de Infecciones (Leibniz-HKI), además de profesor de Química Bioorgánica y Paleobiotecnología en la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en Alemania. También es el autor principal de un nuevo estudio publicado por la Sociedad Americana de Química en el que él y su equipo demostraron que una nueva serie de sustancias denominadas keanumicinas en honor al famoso actor Keanu Reeves, podrían resultar eficaces tanto contra las enfermedades fúngicas de las plantas como contra los hongos patógenos humanos.
Este grupo de moléculas ha demostrado ser efectivo, por ejemplo, contra Botrytis cinerea, un hongo patógeno de especies de plantas y que causa anualmente numerosas pérdidas económicas en diversos tipos de cultivos. Tambiéninhibiendo la acción de hongos que son peligrosos para los humanos, como Candida albicans, una levadura causante de diversas infecciones en la piel, la sangre, y los aparatos digestivo y genital humano.
Keanumicina, un posible nuevo fungicida universal
“Las keanumicinas podrían ser una alternativa ecológica a los pesticidas químicos, pero también podrían ofrecer una alternativa en la lucha contra los hongos resistentes, explica Sebastian Götze, primer autor del estudio y postdoctorado en Leibniz-HKI. “Tenemos una crisis de fármacos antiinfecciosos y muchos hongos patógenos humanos ahora son resistentes a los antimicóticos, en parte, porque se usan en grandes cantidades en los campos agrícolas”, añade.
“Tenemos una crisis de fármacos antiinfecciosos y muchos hongos patógenos humanos ahora son resistentes a los antimicóticos.”
Según el trabajo, el efecto mortal de las bacterias del género pseudomona reside en estas toxinas, la keanumicinas, de las que hasta el momento solo se conocía un tipo, pero de las cuales ahora los científicos han descubierto 3 clases distintas, las denominadas keanumicinas A, B y C.
Los investigadores lograron aislar una de estas keanumicinas y realizar más pruebas. “Este grupo de moléculas naturales pertenece a los lipopéptidos no ribosómicos con propiedades jabonosas”, explica Götze. “Los lipopéptidos matan tan eficientemente que les pusimos el nombre de Keanu Reeves porque él también es extremadamente letal en sus papeles”, añade mientras dedica un guiño cómplice.
Los científicos además sospecharon que las keanumicinas también podrían matar hongos eficazmente, ya que estos se asemejan a las amebas en ciertas características. Esta suposición fue posteriormente confirmada junto con el Centro de Investigación de Cultivos Hortícolas de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Erfurt, donde se demostró que la keanumicina es eficaz, por ejemplo, contra la pudrición del moho gris en las hojas de hortensia.
“Teóricamente, el sobrenadante que contiene keanumicina de los simples cultivos de Pseudomonas podría usarse directamente para las tratar las plantas”, explica Götze, quien anuncia que en el futuro seguirá realizando más pruebas junto a sus colegas en Erfurt.
Otra de las ventajas de las keanumicinas reside en que además es biodegradable, por lo que no se deben formar residuos permanentes en el suelo. Esto significa que este producto natural tiene potencial para convertirse en una alternativa ecológica a los plaguicidas químicos.
Posibles aplicaciones en humanos de las keanumicinas
“Además de los ensayos realizados con hongos y plantas, probamos la sustancia aislada contra varios hongos que infectan a los humanos y descubrimos, por ejemplo que inhibe fuertemente al hongo patógeno Candida albicans , entre otros”, explica Götze.
Por lo tanto, en lugar de en plantas, la keanumicina también podría usarse en humanos. Según las pruebas realizadas hasta el momento, el producto natural no es altamente tóxico para las células humanas y ya es efectivo contra hongos en concentraciones muy bajas. Esto lo convierte en un buen candidato para el desarrollo farmacéutico de nuevos antimicóticos, algo que se necesita con urgencia, ya que en la actualidad existen muy pocos medicamentos contra las infecciones fúngicas en el mercado.