Podemos buscará salvar la ley animal pese a amenazar al PSOE con dejarla caer si no incluye la caza

Podemos presiona al PSOE para que rectifique e incluya in extremis a los perros de caza en la Ley de Bienestar Animal que se vota el jueves en el Congreso. En las últimas horas, el partido ha dejado en el aire el sentido de su voto, como una suerte de amenaza velada su socio de Gobierno para que acepte su exigencia. Y, aunque los equilibrios para una lograr una mayoría parlamentaria son a día de hoy frágiles, lo cierto es que Unidas Podemos tratará de salvar en votación la norma, que salió del Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra.

Este mismo martes, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, culpaba al PSOE de “poner en peligro los números” para que salga adelante de la ley, al mantener la exclusión a los perros de caza. El dirigente descargó toda la responsabilidad en su socio de coalición, reclamándole la vuelta al texto original, pero evitando asegurar su apoyo a la actual redacción. El malestar es patente en las filas moradas, y prefieren no avanzar aún una posición clara.

Sin embargo, fuentes del espacio confederal adelantan que facilitarán la aprobación de la Ley de Bienestar Animal, aunque eso suponga apoyarla en los términos actuales, dejando fuera a los animales de caza. Así, apuntan a que Unidas Podemos votará a favor en caso de que sus votos sean estrictamente necesarios para aprobar la norma. El espacio se abre de este modo a considerar la exclusión de los perros de caza como un “mal menor” frente a una norma que amplía y regula derechos de los animales y que, entre otras cosas, concreta normativa específica para mascotas domésticas como gatos, perros o, tortugas.

En cambio, si la ley no cuenta finalmente con los números suficientes para salir adelante, los morados están dispuestos -ya lo hacen- a culpar directamente al Partido Socialista de su fracaso. Llegado ese extremo, los morados se abren a valorar si se descuelgan del apoyo y dejan solos a los socialistas en su defensa del texto. Consideran que la polémica enmienda que introdujo el PSOE en el texto desvirtúa el “corazón” de la norma.

Se reaviva la pugna

El tira y afloja entre los socios de coalición ya tuvo una primera escenificación precisamente a su paso por la comisión parlamentaria. La norma, una de las banderas del ministerio de Ione Belarra, se aprobó en Consejo de Ministros en agosto, pero las protestas de los alcaldes del PSOE y la cercanía de las elecciones municipales llevaron a que los socialistas introdujesen una enmienda para sacar de la ley a los animales auxiliares de la actividad cinegética; una exclusión que se presentaba como una condición sine qua non para votar a favor.

Por entonces, Unidas Podemos ya amenazó con dejar caer la norma en caso de que el PSOE no diera marcha atrás en su enmienda, que salió aprobada con los votos del Partido Popular en este trámite. En aquella ocasión los morados no cumplieron su amenaza y votaron a favor del texto final de la norma para evitar que decayera de manera definitiva, y con la esperanza de que pudiera modificarse de nuevo en este último trámite de enmiendas transaccionales.

Pero pasan las horas, se acerca la votación y los socialistas no parecen dispuestos a dar ningún paso atrás, pese a que los votos de la ley no están ni mucho menos asegurados. Y a día de hoy sólo el PSOE manifiesta abiertamente su apoyo. Los ‘noes’ sí han sido más explícitos. El PP ya ha avanzado que rechazará el texto, que a su juicio provocará “muchísimos problemas”, en palabras de su portavoz, Cuca Gamarra, y que a su juicio no protegerá de manera efectiva a los animales. En el mismo sentido se ha pronunciado Vox, y tampoco lo apoyará el PNV, socio habitual del Gobierno, al considerar que existe una intromisión competencial.

Los dos diputados de Más País-Equo, otro de los aliados de la coalición, han avanzado que rechazarán también la iniciativa si continúa en los actuales términos. Los partidos soberanistas de ERC y PdeCat, imprescindibles para la aprobación de la norma, han mostrado su disconformidad con el texto, pero todavía no han avanzado el sentido de su voto, mientras que Junts ya votó contra el texto en comisión, por lo que tampoco se cuenta con su respaldo. “La ley está en el alambre”, destacan fuentes de Unidas Podemos, sin aclarar públicamente su posición, que dependerá en último caso de si la norma sale o no adelante.

 

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