Por mucho que Iraola asegure que el objetivo del Rayo sigue siendo la permanencia, es inevitable que una ilusión desbordante comience a recorrer las gradas de Vallecas, que ya se atreven a cantar “el año que viene, Rayo-Liverpool” . El cuadro franjirrojo logró reponerse de un primer tramo dubitativo para conseguir una victoria contundente ante un Almería que llegaba de dulce a la cita. Victoria que, sumada a los traspiés de Villarreal y Betis en la presente jornada, catapulta al Rayo Vallecano a la quinta posición de la clasificación.
Los primeros compases del encuentro mostraron a un Almería más dominador que apenas necesitó dos minutos para avisar de sus malas intenciones por mediación de Robertone. En medio del vendaval andaluz, Isi encontró un oasis de calma para protagonizar la acción más clara hasta el momento al armar un potente disparo desde fuera del área que forzó la intervención de Fernando.
Los pupilos de Iraola fueron capaces de sacudirse el letargo inicial con el paso de los minutos. Poco a poco fueron haciéndose con el control del partido y las ocasiones se sucedieron. Incluso llegaron a adelantarse, pero de nada sirvió, ya que Isi se encontraba en claro fuera de juego en el momento de rematar.
Todo lo sembrado por el equipo franjirrojo en la primera parte fue recogido en los albores de la segunda. El tanto que estrenó el electrónico nació fruto de la confusión de Rodrigo Ely, que se sintió en la espada y la pared en la defensa de un córner. Por un lado le venía un centro envenenado de Isi; por el otro, Óscar Valentín desde segunda línea. El central intentó interponerse entre su rival y el esférico con tan mala fortuna que terminó marcando en propia puerta.
El conjunto madrileño no dejó de picar piedra a pesar de la ventaja, y no tardó en ampliar su ventaja. Lo hizo por mediación de Álvaro, que llegó y besó el santo. Apenas llevaba 19 segundos sobre el césped cuando, aprovechando un magnífico pase filtrado de Isi, se sacó de encima a Pozo con un recorte y perforó la portería de Fernando con un disparo cruzado.
Los pupilos de ‘Rubi’ parecieron bajar los brazos, aunque no permitieron que su contrincante se relajase. La entrada de El Bilal Touré revitalizó al cuadro almeriense. A punto estuvo el delantero maliense de apuntarse un tanto, pero Dimitrievski se agigantó en el uno contra uno para frustrar su intento.