Es una de las calles comerciales más populares y lujosas de Berlín. A partir del próximo lunes, un tramo de unos 500 metros de la Friedrichstrasse, entre las calles Leipziger Strasse y Französischer Strasse, quedará indefinidamente cerrado a la circulación de coches y motos. La medida forma parte de un concepto ideado para el centro de la capital alemana: el tripartito de socialdemócratas, verdes y poscomunistas que gobierna Berlín quiere conseguir una “reducción del tráfico” en el distrito de Mitte.
“La zona peatonal crea un espacio público que ya no está dedicado al tráfico rodado, sino a los peatones. En Berlín, la mayoría de los desplazamientos se hacen a pie, a menudo por espacios demasiado estrechos. Lo mismo ocurre en la Friedrichstrasse”, argumenta el Senado berlinés. Su objetivo es crear una ciudad con “mejor calidad del aire, menos ruido, más posibilidad de sentarse en un entorno verde y crear así un marco atractivo para los comerciantes de la ciudad”.
La decisión final estuvo precedida por un periodo de prueba. Ese tramo de la Friedrichstrasse ya estuvo cerrado al tráfico de motor entre agosto de 2020 y octubre de 2021, en plenas restricciones de la vida pública a causa de la pandemia. A pesar de que el experimento debía acabar en otoño de 2021, la senadora de movilidad, la verde Bettina Jarasch, decidió mantener la medida.
Quejas de comerciantes
Hasta que la vendedora de vino Anja Schröder, con un comercio en la calle paralela de Charlottenstrasse, presentó una demanda ante los tribunales. Su tienda cuenta con una terraza en la que probar el producto. Según ella, el cierre de la Friedrichstrasse dobló el tráfico en la calle donde está su comercio, lo que generó un impacto directo en su clientela. “Yo abrí mi negocio en una calle tranquila. Ahora la calle está abarrotada”, declaró la comerciante al tabloide Bild Zeitung en octubre del pasado año.
La justicia vio falta de base legal para la medida y acabó dando la razón a la comerciante de vinos, con lo que el Gobierno de Berlín tuvo que acabar con lo que en un primer momento fue solo un experimento. La senadora Jarasch se ocupó de aprobar la legislación necesaria para ello y a partir de finales de este enero, ese medio kilómetro de la Friedrichstraße volverá a ser peatonal. Asociaciones de comerciantes critican la medida por considerarla “unilateral” y “no negociada”, y porque dificultará las tareas de los proveedores que suministran a tiendas, restaurantes y hoteles de la zona.
La senadora Jarasch responde que contará con la opinión de comerciantes y ciudadanía para el diseño urbano definitivo del espacio público, que incluirá previsiblemente zonas ajardinadas y amplios bancos para poder pasar tiempo de “calidad” al aire libre, como muestran los diseños virtuales publicados por el Senado.
Trasfondo electoral
La rapidez con la que se ha introducido y comunicado la medida deja entrever ciertas intenciones electoralistas. La capital alemana repetirá elecciones regionales y locales el próximo 12 de febrero. Los comicios ya tuvieron lugar el 26 de septiembre del pasado año, coincidiendo con las elecciones federales de todo el país. Pero una serie de irregularidades –como la falta de papeletas y el cierre más tarde de la hora legal de algunos colegios electorales– llevó a la justicia dictar una repetición. El carácter caótico de la capital alemana volvió a generar titulares y bochorno dentro y fuera del país. El desaguisado no generó, por cierto, ni una sola dimisión política.
La actual senadora de movilidad, Bettina Jarasch, es cabeza de lista de Los Verdes berlineses. Con ella al frente, los ecoliberales aspiran a ser segunda fuerza por detrás de los democristianos de la CDU y por delante de los socialdemócratas del SPD. Los Verdes podrían así encabezar el próximo Gobierno berlinés que tendrá que ser obligatoriamente de coalición.
La socialdemócrata Franziska Giffey, actual alcaldesa de Berlín, no ha tardado en criticar el cierre al tráfico de la Friedrichstraße pese a ser una medida tomada por una senadora de su actual Gobierno. “No se trata de que yo esté a favor del uso del coche, sino de que no podemos cerrar la calle para pensar luego qué hacer con ella”, argumenta Giffey.
Atendiendo a los planes administrativos, el diseño urbanístico del tramo peatonal de la Friedrichstraße será efectivamente completado a lo largo de la próxima legislatura. Ello significa que, según los colores del futuro Gobierno que salga de las urnas, el cierre podría ser echado atrás y los coches, circular de nuevo por la Friedrichstraße. Un locutor de la emisora local Radio 1 resumía recientemente con sorna la situación: “El principal problema de Berlín… sigue siendo Berlín”.