Omar Bouloum Sakkali, delantero centro del AEC_Manlleu, es el pichichi de Primera Catalana al final de la primera vuelta, con 11 goles en 15 partidos, 14 de ellos como titular y solo uno de suplente. En sus once dianas hasta ahora ha anotado dos dobletes y un hat-trick.
“Es muy importante y lo valoro positivamente porque a un delantero se le evalúa siempre por los goles que marca y ser el máximo goleador de la categoría es un orgullo para mí”, razona ilusionado el mejor ‘9’ de Primera.
Omar, a sus 24 años, disfruta de nuevo como futbolista tras haberlo dejado en juveniles en el Vic Riuprimer para profesionalizarse como árbitro durante cuatro años llegando a pitar hasta Tercera Catalana. “Dejé de jugar para ser árbitro, pero no me acababa de llenar la carrera arbitral y volví a echar de menos el fútbol”, admite, recordando también algún susto vivido como colegiado, aunque subraya a su vez que “he aprendido mucho de aquella etapa, porque sin haber sido árbitro no sería como soy y me ha permitido regresar con una ilusión inmensa y con las pilas supercargadas como futbolista“.
No se cansa de agradecer al Manlleu y a su entrenador, Manel Sala, “la gran oportunidad” del regreso. “Estaré eternamente agradecido, pero lo que más me decidió fue la confianza que me dieron en la charla para hacerme creer en el jugador que soy ahora y del que pienso no esperaban tan buena versión”, asegura con modestia.
EJEMPLO DE INTEGRACIÓN
Tercera fue también la división que vio su regreso en el Voltregà 2021-22, donde acabó pichichi con 26 goles en 30 partidos, a 0,9 de promedio. Ahora está a 0,7 tras el salto de dos categorías: “Seguiré trabajando porque la segunda vuelta es larga y al final estaremos arriba”.
Natural de Torelló y de ascendencia magrebí por sus padres emigrantes marroquís, Omar también es el mejor ejemplo de integración de segunda generación. Y a los seguidores del AEC Manlleu, idolatrado por los ‘Àngels Caiguts’: “Muy pocos equipos, por no decir casi ninguno, tienen una afición como la nuestra en Primera Catalana y se merecen estar mucho más arriba“.
Omar, delantero centro del AEC Manlleu, celebrando un gol en el Municipal
| MARINA ARISA – AEC MANLLEU
“Me he sentido siempre muy bien acogido, muy a gusto e incluso me sabe mucho peor por ellos que por mí al final. Como delantero, intento marcar más por ellos que por mí, porque me sabe muy mal y no nos merecemos estar en esta posición actual”, advierte completamente entregado a sus aficionados que tanto le quieren. “Estamos trabajando muy bien, sobre todo en los entrenamientos, pero hay que saber llevarlo bien a los partidos y no dejar escapar puntos por pequeños detalles como la falta de concentración”, analiza.
“ME DEFINO COMO UN ‘KILLER’ DEL ÁREA”
Omar se define como “un ‘killer’ del área” en su faceta goleadora, “pero caigo muy bien también al espacio, a banda y me intento adaptar a cada situación que me requiere cada partido y sacar provecho de ello”.
El dorsal ’16’ cuatribarrado, además, es un ‘9’ completo que va bien de cabeza (cuatro goles) desde sus 1,80 metros, autor de casi el 50% de los goles del AEC Manlleu (11 de 23), algunos de bella factura con voleas o disparos desde la frontal del área.
Los referentes del pichichi manlleuense han sido el exazulgrana Luis Suárez y el sevillista Youseff En-Nessyri, de quien ha heredado su apodo en el vestuario. “Hay una piña muy sana y todo empezó con una broma llamándome Youssef o Omar Gol”, confiesa.
Tampoco oculta su amor futbolero por el FC Barcelona – “estamos en una nueva era y empezando a recoger con Xavi los frutos sembrados desde la marcha de Messi“- y su ‘nueve’, Robert Lewandowski: “Es un fuera de serie, pero me fijo más en su trabajo, trabajo y trabajo. Ha dejado un gran club como el Bayern para venir al Barça en un momento no tan bueno, con esfuerzo y sacrificio. No para nunca”.