En un encuentro muy disputado, el Barça cuajó un partido excelente. Ambos equipos disputaron al máximo cada balón y cada metro. El Barça fue muy superior, con un gran ritmo de partido y ocupando en todo momento el terreno rival.
La clave del éxito está en el centro del campo, es algo que se suele repetir a menudo en el mundo del fútbol. No fue una excepción en el campo del Betis: los centrocampistas del Barça estuvieron a un gran nivel. Excelente partido de Busquets, que sale muy reforzado de la visita de uno de los campos más complicados del campeonato. Mención especial también para Pedri, nuevamente llegador, y muy cerca del gol. Estuvo a punto de volver a ver puerta, pero se lo impidió la gran actuación del portero del Betis, Rui Silva.
Merece la pena destacar también las buenas prestaciones defensivas del Barça: es cierto que encajó un gol, en propia puerta de Koundé, que no empaña el partido ni la solidez del equipo en defensa. La fortaleza defensiva del equipo sigue siendo una de las grandes virtudes de este equipo. Balde fue de menos a más durante todo el partido y acabó siendo el asistente en el primer gol, obra de Raphinha.
Raphinha, por cierto, afrontaba un partido complicado: en ausencia de Dembélé, se esperaba un paso adelante del futbolista brasileño. Y lo dio. Fue el autor del gol: tal vez le falte un poco de confianza para desbordar y buscar al rival en el uno contra uno, pero parece que está en la buena línea. En general, el Barça fue muy superior a uno de los mejores equipos de LaLiga: además, no se echó atrás tras marcar el 0-1. Apareció Lewandowski, que venía de unos minutos grises en los primeros compases del choque.
