Los Boston Celtics no tuvieron piedad de los Brooklyn Nets este miércoles y destrozaron sus opciones de victoria desde los primeros minutos con una exhibición de baloncesto que llegó a alcanzar una máxima de 49 puntos (139-96). El entrenador de los Celtics, Joe Mazzulla, no necesitó contar con ninguno de sus titulares en el último cuarto, una vez que Jayson Tatum y Jaylen Brown sumaron 31 y 26 puntos, respectivamente. Entre los dos completaron una estadística de tiro impresionante con 14 triples de 24 intentos.
Boston (37-15) había jugado tres prórrogas en los últimos seis partidos y no parecía dispuesto a volver a tener un desgaste físico similar. Ante las ausencias de Kevin Durant, Ben Simmons y T.J. Warren en Brooklyn (31-20), los Celtics marcaron un ritmo muy intenso desde el salto inicial. Así, Boston trituró a los Nets en un primer cuarto brutal (46-16), acabaron con 57,6% en tiros de campo y un 48,1% en triples (26 de 54) y además suman ya diez triunfos consecutivos contra los neoyorquinos, incluyendo el inapelable 4-0 en la primera ronda de los últimos playoffs. El dominicano Al Horford aportó 9 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias en Boston. En los Nets, Kyrie Irving fue el máximo anotador con 20 puntos.
Vendaval de Boston
El inicio del encuentro fue un auténtico recital de recursos ofensivos para dar la bienvenida a Brooklyn al Garden. El primer parcial, contundente, de 14-3 en apenas tres minutos parecía el típico inicio despistado que muchos equipos sufren. Pero tras el tiempo muerto solicitado por Jacque Vaughn la situación no hizo más que empeorar para los Nets. La renta aumentó hasta llegar a un tremendo +31 en el primer cuarto (44-13 a dos minutos del final). Los triples cayeron sin piedad de las manos de los jugadores locales: hasta ocho canastas sin error desde el perímetro con Tatum (4 de 6) y Brown (3 de 4) como referentes. Las dos estrellas de Boston cerraron el primer cuarto con 18 puntos para Tatum y 12 para Brown. El único que dio la cara por los Nets fue un Irving solitario que pudo anotar 7 puntos y repartir 2 asistencias. Con Irving sentado y la segunda unidad de Boston en pista, los Celtics no bajaron el ritmo y despidieron el primer cuarto con una renta enorme (46-16)
Con semejante rapapolvo a los Nets, Boston pudo jugar con inteligencia, sin prisa y elaborando con paciencia cada ataque sin descuidar la defensa. El ‘éxito’ de los Nets en el segundo periodo fue acercarse a 22 puntos de su rival. Joe Harris, con 3 de 4 en triples, fue clave para reactivar a su equipo. La otra ayuda para los Nets fue la de Cam Thomas, que saltó a pista muy inspirado y anotó 10 puntos sin fallo en menos de tres minutos. Los Celtics, en cualquier caso, ganaron también el segundo cuarto pero permitiendo que Brooklyn mostrara algunas armas. Al descanso el luminoso mostró un muy cómodo 79-45 para los locales, que suponía su mayor anotación en una primera parte en toda la temporada.
Los de Vaughn desconectaron y dejaron la ambición para el siguiente partido. Los Celtics dominaron en todas las parcelas estadísticas colectivas, comenzando por el rebote (62-35) y continuando por otros guarismos que reflejaron la distancia entre ambos conjuntos: segundas oportunidades, puntos desde la pintura, transiciones rápidas… Boston siguió anotando triples en la reanudación como quien lanza un tiro libre: a falta del último periodo eran ya 20 de 37 intentos mientras que los Nets apenas llevaban 8 de 32. Un triple sobre la bocina de Tatum marcó una nueva máxima al cierre del tercer periodo (+38 con 110-72).
Ambos equipos dieron el partido por concluido y todo el último cuarto se jugó con suplentes y hombres menos habituales. La distancia en el marcador llegó hasta los 49 puntos con el 127-78 a seis minutos del final. Fuera de la pista, el contraste era evidente entre las risas y las bromas del banquillo de los Celtics y las toallas sobre las cabezas de los Nets, aunque algunos de ellos se marcharon directamente al vestuario para no soportar el chaparrón que caía en el Garden.