Saúl cura las heridas del derbi

Tiene más vidas que un gato Simeone, que cuando parece que se le va a caer el edificio encima él siempre encuentra la forma de salir indemne. Tras el derbi copero fue Miguel Ángel Gil Marín quien salió al rescate del técnico con un comunicado. Y hoy lo ha hecho un ‘enemigo íntimo’ del argentino dentro de la plantilla como es Saúl, quien certificó la victoria rojiblanca ante Osasuna con un solitario tanto que mantiene al Atlético en la cuarta plaza y da a entender que el Cholo todavía cuenta con el apoyo de sus jugadores un día después de que éste dijera que su futuro en el club corría peligro si el equipo no conseguía clasificarse para la Champions.

Abde fue la gran novedad de Jagoba Arrasate en el once para medirse al Atlético. El futbolista marroquí, cedido por el Barça en Pamplona, se lo había ganado a pulso el miércoles tras convertirse en el héroe de su equipo anotando ante el Sevilla en la prórroga el gol que daba el pase a las ‘semis’ coperas.

Y aprovechó su oportunidad. Vaya si la aprovechó, sacando los colores a Nahuel por el carril derecho colchonero y obligando a Simeone colocarle dos o tres hombres encima cada vez que recibía el balón en banda. Aun así, fue capaz de sacarse de la chistera un centro rasito extraordinario con el exterior del pie que recordó a los que tantas veces vio el Camp Nou salir de las botas de Iniesta. El ‘Chimy’ Ávila, sin embargo, definió a cámara lenta y le comieron la tostada.

Por el Atlético, sólo Griezmann daba la sensación de estar metido en el partido. Un saque de esquina botado por el francés desembocó en la única ocasión colchonera a lo largo de toda la primera parte: un cabezazo de Giménez que se marchó por encima del larguero.

Simeone utilizó a Carrasco de corrector al descanso dando entrada al belga por un apático Lemar. Pero fue Abde quien volvió a cobrar protagonismo con otro centro desde la izquierda sirviéndole el gol en bandeja a Moi Gómez. Sólo los reflejos de Oblak evitaron que el tanto subiera al marcador.

Osasuna lo estaba haciendo todo bien. Y vio tan claro que podía ganar que pecó de atrevimiento a la hora de presionar la salida de balón rojiblanca y se comió un fantástico pase de De Paul a la espalda de la defensa. Saúl, que acababa de salir, lo aprovechó para abir la lata y de ahí al final del partido al Atlético le bastó con colgarse de su portería. A la contra, incluso, el conjunto colchonero pudo sacar más rédito. 

 

Generated by Feedzy