La ONG Oxfam Intermón ha avisado de que la ola de desplazamientos por la violencia en la región sursudanesa de Pibor, en el este del país, ha convertido la ayuda humanitaria en una carrera contrarreloj.
“Es probable que los continuos desplazamientos causados por la reciente violencia en el área administrativa de Pibor eliminen las esperanzas de reducir alguna vez los niveles de inseguridad alimentaria”, ha avisado la ONG.
Según una evaluación reciente realizada por agencias humanitarias, al menos 17.000 personas se refugian en escuelas y otras instalaciones dentro de la ciudad de Pibor. El número aumentará en próximas fechas, temen, ya que los combates también afectaron a las comunidades de Lokuangole.
Sudán del Sur cuenta con un Gobierno de unidad que echó a andar tras la materialización del acuerdo de paz de 2018 entre el presidente, Salva Kiir, y el líder rebelde Riek Machar, que derivó en que este último volviera a ocupar el puesto de vicepresidente primero del país africano.
Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.
Oxfam Intermón recuerda que “algunas áreas del Gran Pibor ya han estado en un estado de inseguridad alimentaria desesperado durante mucho tiempo”, denuncia su director en el país, Manenji Mangundu.
A pesar de las dificultades, la ONG ha conseguido distribuir “artículos no alimentarios de impacto rápido” a unos 2.500 hogares, y está acumulando ayuda adicional para los desplazados.
