Cinco ladrones que robaron una avioneta en la provincia de Chaco se estrellaron en la ciudad de Villa Ángela y murieron incinerados. El fatídico desenlace sucedió porque los delincuentes desconocían el interruptor oculto que permitía el paso del combustible en la aeronave.
El episodio tuvo lugar el miércoles alrededor de las 2.30 de la madrugada. Allí, en un club de vuelo de la mencionada ciudad chaqueña, los delincuentes secuestraron una avioneta modelo Cessna 206 y se dieron a la fuga.
La identificación de los cuerpos demorará por el estado de calcinación (Diario Norte/)
A los pocos minutos, dos trabajadores de un campo reportaron que un avión se estrelló y se prendió fuego. Una vez que llegaron las autoridades, dieron detalle del saldo fatal: cuatro personas calcinadas y otra que salió despedida y murió por el impacto contra el suelo.
Sergio Ríos, el fiscal a cargo de la investigación explicó, en diálogo con Diario Norte que “si caía en el pueblo podía ser una tragedia” y añadió: “Me explicaron que el avión tiene un sistema de cierre que está oculto, y cuando despegaron se olvidaron de abrir esa ‘canilla’ y se quedaron sin nafta, no todos saben dónde está ese paso de combustible “.
En ese sentido, señaló que las primeras pericias indicarían que los hombres no eran locales: “No son de acá y no puedo todavía decir por qué estamos convencidos que son forasteros o extranjeros, de todas maneras será muy difícil lograr la identidad de cada uno porque los cuerpos se quemaron por completo”.
El arma encontrada entre los restos del avión calcinado (Diario Norte/)
El Cessna 206, que ahora se encuentra destruido, era uno de los dos únicos existentes en el país perteneciente a un estilo de aviones monomotor de propósito general empleados tanto en servicios comerciales como en la aviación privada y costaba alrededor de US$1.500.000, según reportó el mismo medio.
Pertenecía a un empresario y ganadero local que lo guardaba en el Aeroclub de Villa Ángela. Para entrar, los delincuentes debieron romper el portón del hangar y eliminar una de las dos cámaras de seguridad allí dispuestas.
Entre los restos calcinados se encontró una pistola 9 milímetros, una gorra del club paraguayo de fútbol Cerro Porteño y dinero de ese país.