Conductores desaprensivos

Hace pocos días se conocieron los resultados del último informe elaborado por el Observatorio Vial de Autopistas del Sol (Ausol) y Autopistas del Oeste, correspondiente a 2022, que analiza el comportamiento de conductores que circulan por la avenida General Paz y los accesos Norte y Oeste, por donde todos los días viajan al menos 1.300.000 vehículos.

Los resultados sorprenden ya que muestran el grado de desaprensión y temeridad de quienes incumplen las normativas, lo cual deriva en numerosos tipos de incidentes viales: menos de la mitad (47%) de los conductores utiliza el cinturón de seguridad en la avenida General Paz y la Panamericana, mientras que solo el 37% lo hace en el Acceso Oeste.

Fuentes del Observatorio señalan que utilizar el cinturón impide que los pasajeros salgan despedidos, reduce ocho veces el impacto dentro del habitáculo, ayuda al conductor a controlar mejor el vehículo, minimiza las lesiones y asegura la efectividad de los airbags, que se vuelven más peligrosos al momento de estallar si no se usa el cinturón de seguridad.

Los acompañantes también se arriesgan: en la Panamericana y la General Paz solo el 36% llevaba puesto el cinturón al momento del estudio frente al 78% de un año atrás; mientras que en el Acceso Oeste fue del 29% y 46%, respectivamente.

Respecto del uso del celular, el 25% de los conductores que circulan por el Acceso Norte y la avenida General Paz lo utilizan al conducir, mientras que en el Acceso Oeste esa cifra llega al 27%. El dato es alarmante ya que, según los expertos que participaron del estudio, el riesgo de involucrarse en un accidente se incrementa cuatro veces al hablar por teléfono, incluso en la modalidad manos libres o al enviar mensajes mientras se maneja.

Así, por ejemplo, al conducir un vehículo a 110 km/h, una velocidad media para una autopista, responder con OK o enviar un emoji equivale a recorrer 120 metros a ciegas en cuatro segundos; responder “estoy manejando, después hablamos” es igual a transitar 240 metros sin prestar atención al camino, en ocho segundos.

Los conductores que hablan o emiten mensajes de texto mientras manejan realizan maniobras erróneas o peligrosas. No se necesitan nuevos estudios o investigaciones para determinar fehacientemente la causalidad entre el uso del celular mientras se conduce y los incidentes de tránsito, mortales en muchas ocasiones.

Además de ser inflexibles en la aplicación de las sanciones previstas para quienes violen las normas, se hace necesario intensificar las campañas de educación vial, con especial énfasis en la responsabilidad del uso del celular y del cinturón de seguridad, sumado a la no ingestión de alcohol para quienes conduzcan.

El panorama de la siniestralidad vial en el país es en extremo preocupante y sus gravísimas consecuencias son altamente prevenibles. La imprudencia, desaprensión y, muchas veces, la ignorancia se cobran vidas, provocan lesiones permanentes y destruyen miles de familias.

 

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