En 1929 la Ley Seca influía en todas las elecciones locales de Estados Unidos, incluyendo la de este tribunal del condado de Barbourville, en Kentucky. El candidato republicano a sheriff, B. P. Walker, daba fe de estar tan sobrio como cualificado (véase detalle), pero su candidatura fue invalidada por corrupción.
La historia de Jennie Walker fue sin embargo muy distinta. Esta demócrata, casada con B. P., pronto se convertiría en una de las primeras mujeres sheriff elegidas en el estado de Kentucky. Aunque Jennie nunca llevaba un arma encima, su hija Doris Broach aseguró en una entrevista en 1982 que, como sheriff del condado de Knox, su madre «practicaba detenciones cuando era necesario». La Ley Seca fue revocada en 1933, pero Barbourville siguió seco durante todo el mandato de Walker e incluso después. De hecho, el cambio de opinión del pueblo –498 votos a favor de permitir la venta de alcohol contra 433– no se produjo hasta diciembre de 2015.