Rally Dakar: la aventura que en tres etapas devora y complica a los campeones

En la presentación del Rally Dakar 2023, el director general de la carrera, el francés David Castera, advirtió que el recorrido resultaría un retorno al espíritu de la competencia más desgastante y de mayor riesgo en el planeta. La travesía que se inició en el Mar Rojo y terminará en el Golfo Pérsico, que recién cumplió la tercera etapa de las 14 que tiene la hoja de ruta, enseñó que aquella alerta no era una declaración para lograr impacto: las dificultades provocaron los abandonos del estadounidense Ricky Brabec (Honda) y del británico Sam Sunderland (GasGas), ganadores en 2020 y 2022, respectivamente, en motos. La división reina perdió a dos grandes candidatos al Touareg. Participantes de jerarquía, como el español Carlos Sainz, tres veces campeón, sigue en el raid, aunque los problemas mecánicos en el Audi RS Q E-TRON E2 en el segmento entre Al’Ula y Ha’Il le quitaron el liderazgo general, en el que ahora figura el príncipe qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota).

También Manuel Andújar, el último argentino que triunfó en quads, en 2021, sufrió un retraso, cayó hasta el cuarto puesto y tendrá que remontar más de una hora en los relojes frente al campeón defensor, Alexandre Giroud. Hubo un momento dramático en la jornada y lo protagonizó Francisco Chaleco López, que se impuso en los últimos años en prototipos ligeros. El chileno marchaba al frente de la clase T3, y estuvo a punto de arrastrarlo la corriente de un río.

Sam Sunderland, protagonista del primer golpe de escena que tuvo el Dakar 2023: el británico y ganador en motos en 2022 y 2017 abandonó, luego de protagonizar un accidente. (Bastien Roux /)

La torrencial lluvia asomó como una trampa durante la tercera etapa y la organización canceló tramos, a excepción de los de las motos, y hasta existieron dudas sobre si se mantendría intacto el cuarto especial, que será un bucle de 574 kilómetros, con partida y llegada en Ha’Il. “Es más sorprendente arriba del auto, sin dudas. Como buen capitán dije que me hundiría con mi auto. Pensé que al auto lo perdíamos, porque los camiones no podían sacarlo. Los ríos no eran profundos, pero sí muy torrentosos”, comentó Chaleco López al periodista Roberto Berasategui sobre el momento de incertidumbre que vivió cuando en cinco minutos la correntada de lo que pensó era un pequeño río, arrastró al vehículo, que viajó de un margen al otro.

El copiloto, el ingeniero Juan Pablo Latrach, había descendido antes de que el prototipo ligero flotara sin rumbo. Al chileno, ganador de la primera etapa y del Dakar todo en prototipos (vehículos ligeros y SSV), el incidente prácticamente lo aleja de forma definitiva del objetivo. Pero, como en el río, López no se rinde: “A la carrera casi la descartábamos, si estuve a punto de perder el auto… Pero bueno, ahora hay que secar todo y seguir”, anunció quien desde 2007 hasta 2014 participó en motos, y que de liderar en 2023 pasó al puesto 6 de la clasificación general, con una desventaja de más de una hora respecto al puntero, el estadounidense Seth Quintero.

Highway to Ha’il 🌧️🚚🚗#Dakar2023 pic.twitter.com/nKh37E43LJ

— DAKAR RALLY (@dakar) January 3, 2023

Menos dramática pero más dolorosa fue la etapa para Ricky Brabec, que debió ser evacuado en un helicóptero, luego de sufrir una caída en el kilómetro 274. Los dolores en las vértebras cervicales le imposibilitaron al estadounidense reanudar la marcha, y con él, son dos los motociclistas antes vencedores del Dakar que devoró la prueba. El inicio de la carrera había sido alentador: Brabec había ganado el primer especial y obtenido un colchón de 19 segundos sobre el argentino Kevin Benavides (KTM), que ahora se mantiene expectante, en el cuarto lugar. Sexto en la segunda etapa, Brabec rodaba como escolta de Daniel Sanders (GasGas) antes del accidente. El californiano fue el primer piloto de su país en ganar el Dakar –en Arabia Saudita en 2020– y quien rompió con la hegemonía de 18 éxitos consecutivos que firmó KTM.

Compacto de la tercera etapa

El primer golpe de escena entre las motos había sido protagonizado por Sunderland, con su caída en el kilómetro 52 del primer especial. Al igual que Brabec, el británico fue trasladado a un hospital para ser sometido a estudios, pero la organización informó que siempre estuvo consciente y que no había perdido movilidad en ningún momento. Para el equipo GasGas, el abandono es un hechizo: en 2018, Sunderland se retiró en el cuarto parcial, cuando, como ahora, era el campeón defensor.

“Me siento un poco avergonzado, porque es un poco difícil de tragar estar fuera del Dakar en el primer día. Éstos son los momentos que hacen que cada victoria sea especial. Lideraba la carrera cuando impacté contra una piedra, al cruzar un río. El golpe fue bastante violento”, escribió en redes sociales quien agradeció al austríaco Matthias Walkner (KTM), que se detuvo para auxiliarlo, antes del arribo del helicóptero.

El Matador Sainz, entre roturas y pinchazos

De repente, el camino parece abrirse para el qatarí Nasser Al-Attiyah en el Dakar 2023. Carlos Sainz se sumó a los retrasos de Stéphane Peterhansel y Sébastien Loeb y se multiplican los contratiempos: Monsieur Dakar sufrió dos pinchaduras en 40 kilómetros, lo que se tradujo en 32 minutos de demoras en reparaciones; Loeb tuvo una sangría de una hora y 26 minutos.

El Matador, ganador en 2010, 2018 y 2020, cargó con varios males en el especial: una avería, en el bieleta de la suspensión trasera izquierda del Audi RS Q E-TRON E2, generó que el madrileño y su copiloto Lucas Cruz debieran trabajar durante media hora para reparar el daño, que en un pasaje se imaginó insalvable. Pero la falta de fortuna no se detuvo: en el tramo final el bicampeón mundial de rally (1990 y 1992) sufrió dos pinchazos y en ambos tuvo un agregado: en el primero debió lidiar con el gato hidráulico, y en el restante tuvo problemas para extraer el neumático deteriorado.

Carlos Sainz intentará replicar la actuación de Stéphane Peterhansel, compañero en Audi: el francés tuvo un inicio con múltiples contratiempos y ahora marcha tercero, mientras que el español cayó al sexto puesto, entre averías y pinchaduras. (FRANCK FIFE/)

Trigésimo octavo en el especial, cayó al sexto lugar en el clasificador general, a 33 minutos de Al-Attiyah. El qatarí no logró ampliar la brecha porque fue el piloto que abrió el camino. Las inclemencias del tiempo provocaron que la jornada se neutralizara en el kilómetro 378 de los 447 que estaban previstos, un recorte que llevó alivio a Sainz. Y que no desagradó al qatarí, que arribó 13º, a 20m58s del vencedor, el francés Guerlain Chicherit. Tercero se clasificó el argentino Orly Terranova (equipo Bahrain Raid Extreme), que aparece 16º en la general.

Andújar baja, Moreno Flores sube

Un inconveniente con el tanque de combustible generó que Manuel Andújar debiera detenerse y perder más de 20 minutos para reparar. El lobense venía jugando una pulseada con el francés Alexandre Giroud, que de todos modos no puede liberarse de los pilotos argentinos: sin el ganador del Dakar 2021 acechando, quien promete darle pelea es Francisco Moreno Flores. Mendocino, de 26 años, sorprendió en 2022 al terminar como escolta de Giroud, a quien vuelve a perseguir este año.

En el especial del día, recortado por la tormenta, el francés hizo valer su condición de campeón y marcó una diferencia de 17 minutos sobre el cuyano; en la general, la distancia aumenta a 35m31s, mientras que Andújar cayó al cuarto escalón y lo separan del líder 1h3m26s. “El Dakar es como la vida en 15 días: empezamos todos frescos y sonrientes y terminamos más viejos y cansados. Llega el que más aguanta, el que está mejor preparado, y hay que ganarle a la carrera más que a los rivales”, analizó Moreno Flores, que se inició cuando le regalaron un cuatriciclo para su quinto cumpleaños.

Segundo día consecutivo de averías para Manuel Andújar, que logró reparar el cuatriciclo y se mantiene en la carrera; el lobense, ganador en 2021, marcha cuarto en el clasificador general. (@manu.andujar/)

El bucle del recorrido de la cuarta etapa ofrece el desafío de las gigantescas dunas que se presentarán en los 100 primeros kilómetros, y además tendrá la dificultad de la navegación en un terreno que fue castigado por la tormenta. El principal motivo para la suspensión de una etapa es la baja visibilidad, que complica a los helicópteros de asistencia para sobrevolar el recorrido. De todas formas, en el vivac sostenían que la lluvia empezaría a disminuir, como para que los aventureros afrentaran plenamente un nuevo reto en territorio saudita.

 

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