Desde que asumió Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía, el Gobierno comenzó a mostrar un fuerte ajuste en los subsidios a la energía. Mientras que hasta julio de 2022, las transferencias acumuladas al sector energético aumentaron 98% interanual, entre agosto y noviembre (últimos datos oficiales), los subsidios subieron la mitad, 47%.
De esta forma, las transferencias energéticas hasta noviembre aumentaron solo 72%, por debajo de la inflación interanual de 92%. En total, los subsidios representaron $1,6 billones en los 11 meses de 2022.
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El ajuste está explicado en parte por el aumento en las tarifas de gas y electricidad que anunció el ministro, apenas asumió la gestión económica, y que continuarán este año para que las subas ya realizadas no queden desactualizadas con la inflación, según confirmaron fuentes de Energía.
Pero la reducción en subsidios no alcanza solo con la suba de tarifas, sino que el Ministerio de Economía también ordenó “pisar la caja” sobre las transferencias a Cammesa, la compañía con control del Estado que compra la energía eléctrica y la vende a las empresas distribuidoras (entre las que se encuentran Edenor y Edesur).
Una de las prioridades del equipo económico de Massa fue que Cammesa cobre la deuda acumulada con las distribuidoras, algo que el exministro de Economía Martín Guzmán intentó hacer desde 2020 y nunca tuvo el apoyo político para avanzar.
Según datos oficiales de Cammesa, al 30 de septiembre pasado, las empresas distribuidoras le debían $486.419 millones, de los cuales, Edenor y Edesur adeudaban entre las dos, casi la mitad, $219.615 millones.
La semana pasada, la Secretaría de Energía anunció que se había llegado a un acuerdo con 11 distribuidoras para regularizar las deudas, incluidas las distribuidoras eléctricas del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En todos los acuerdos, se eliminaron los intereses punitorios que se habían acumulado, según como estaba dispuesto en la ley de presupuesto 2021, que se prorrogó luego en 2022. Esto permitió una reducción significativa de las deudas. Por ejemplo, mientras que Edenor debía $105.777 millones a Cammesa, al quitarle los intereses punitorios, el capital a refinanciar fueron $57.159 millones. En el caso de Edesur, la deuda se redujo de $113.838 millones a $66.366 millones.
La deuda que finalmente refinanció Edenor a 96 cuotas con tasa subsidiada fue de $32.985 millones
En el Ministerio de Economía aclararon que la eliminación de los intereses punitorios había estado dispuesto por la ley que aprobó el Congreso. Dicho texto, además, permite dar cinco facturas mensuales como crédito a las distribuidoras, que las empresas deben utilizar en parte para bonificar a los usuarios residenciales y comerciales que se habían endeudado en la pandemia y para realizar inversiones. Con estas compensaciones, la deuda que finalmente refinanció Edenor a 96 cuotas con tasa subsidiada fue de $32.985 millones y la de Edesur, $47.225 millones.
En total, Edenor y Edesur pagarán a Cammesa $80.210 millones de los $219.615 millones que debían, si se tienen en cuenta los intereses punitorios; es decir, $139.405 millones menos, entre las dos.
Estas deudas se habían acumulado a raíz del casi congelamiento tarifario que el Gobierno impuso sobre los ingresos de las distribuidoras en los últimos tres años. El último incremento que se les dio a Edenor y Edesur fue de 8% en marzo pasado, cuando la inflación en 2022 fue en torno al 94%. En 2021, la situación no fue distinta: se les permitió un alza de 21%, cuando la inflación fue 50,9%. En 2020, año de la pandemia, directamente no hubo aumento tarifario, pese a que la inflación fue 36,1%. Es decir, en los últimos tres años, tuvieron subas de 31,5%.
“Es un día histórico por la cantidad de acuerdos que hemos firmado para regularizar las deudas con Cammesa. Esto es clave para la sostenibilidad del sistema, un aspecto en el que el ministro Sergio Massa hizo hincapié desde el primer momento en el que iniciamos su gestión”, dijo la secretaria de Energía, Flavia Royón, luego de anunciar los acuerdos con 11 distribuidoras.
Walter Martello, interventor en el ENRE; Flavia Royón, secretaria de Energía, y Juan Blanco, presidente de Edesur
Las otras empresas firmantes, además de Edenor y Edesur, brindan el servicio eléctrico en Córdoba, Chaco, Mendoza, Misiones, Chubut y Buenos Aires. En total, se regularizaron deudas por $210.946 millones, que equivale al 93% del acumulado en los últimos años (sin contar los intereses punitorios, que se eliminaron para todas). Todavía falta normalizar deudas por un total de $14.843 millones.
Los acuerdos incluyen, además, un compromiso de las empresas de no volver a endeudarse con Cammesa a partir de marzo. En otras palabras, a partir de ese mes, las distribuidoras deberán pagarle a Cammesa el 100% de las facturas de electricidad. En el último año, por ejemplo, la cobrabilidad de Edenor y Edesur promedió el 68%.
Suscribimos el convenio de renegociación de la deuda de energía eléctrica entre @Secheep_Oficial y CAMMESA para resolver las diferencias existentes. pic.twitter.com/O2ubltmneK
— Jorge Capitanich (@jmcapitanich) December 28, 2022
En el caso de la distribuidora de la provincia de Chaco, Secheep, que debía a Cammesa $32.818 millones, al eliminar los intereses punitorios, la deuda quedó en $17.675 millones. Luego de la bonificación de las cinco facturas mensuales, la deuda a refinanciar en 96 cuotas fue de $14.424 millones. Chaco, asimismo, emitió bonos por $4000 millones para financiar otra deuda remanente que se había acumulado entre septiembre y diciembre pasado.
Más aumento de tarifas
Para este año, el Ministerio de Economía está diseñando el nuevo esquema de aumentos tarifarios para seguir reduciendo los subsidios. Según fija la ley, los hogares de ingresos bajos no pueden tener aumentos de tarifas mayores a 40% en el año. A su vez, los incrementos de los usuarios de ingresos medios no pueden superar el 80%. En Energía se trabaja en dos escenarios: aplicar las subas entre marzo y abril o ir actualizando las tarifas cada mes.
El mayor ahorro en subsidios, sin embargo, estará concentrado en las subas que se le aplique a los usuarios de ingresos altos, que durante este año perderán completamente los subsidios. Este segmento de la población es alrededor del 30% del total de usuarios residenciales, que tendrá subas mayores que la inflación para reducir los subsidios.
Los incrementos tarifarios y la renegociación de la deuda de Cammesa permitió al Gobierno contener los subsidios a la energía el año pasado en alrededor de US$11.862 millones, según estimaciones de la consultora Economía & Energía, Esto representaría una suba interanual de solo 8% en dólares, pese a que, producto de la guerra en Ucrania, los precios del gas se dispararon el año pasado.