El expapa Benedicto XVI, un teólogo alemán que sorprendió al mundo renunciando a su pontificado en 2013, falleció este sábado, a la edad de 95 años, anunció el Vaticano.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la santa sede, Matteo Bruni.
El Vaticano anunció también que el cuerpo del pontífice emérito será expuesto a partir del lunes en la basílica de San Pedro para ser venerado por los creyentes.
La salud del teólogo alemán Joseph Ratzinger se había deteriorado en los últimos días, aunque el Vaticano indicó el viernes que se hallana en condición “estable” y que había participado el jueves en la misa en su habitación del monaterio vaticano.
El funeral del papa número 265 de la historia deberá ser celebrado por su sucesor Francisco, un evento sin precedentes en los dos mil años de historia de la Iglesia Católica.
Se espera la asistencia de decenas de miles de personas, entre ellos jefes de Estado y líderes de otras religiones.
Su muerte pone fin a la insólita convivencia de dos papas, los dos con sotana blanca: el alemán Ratzinger, un brillante teólogo ultraconservador y poco popular para las multitudes, y el argentino Jorge Bergoglio, un jesuita que ha querido un papado dedicado a los pobres y a los migrantes.
El míércoles, durante la audiencia general, Francisco pidió orar por la salud de su predecesor, quien estaba “muy enfermo” y a quien fue a visitar en su habitación.
Ratzinger, primer papa alemán de la era moderna, sustituyó en 2005 al carismático Juan Pablo II, de quien había sido su mano derecha durante un cuarto de siglo como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio de la Inquisición.
Su pontificado de ocho años estuvo marcado por los escándalos e intrigas en el seno de la Iglesia.
Tras renunciar, Benedicto XVI prometió mantener un retiro absoluto, sin hacer sombra a su sucesor, el papa Francisco.
Pero se vio involucrado -en algunos casos, involuntariamente, según observadores-, en las campañas de los sectores ultraconservadores que ven con malos ojos las aperturas del pontífice argentino en el campo social.
Y a principios del 2022, se vio afectado por acusaciones de haber encubierto cuatro casos de pederastia cuando era arzobispo de Múnich, entre 1977 y 1981.
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