BRASILIA.- A pedido del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, el gobierno de Jair Bolsonaro revocó este viernes una resolución que prohibía la entrada del venezolano Nicolás Maduro y otras autoridades chavistas a Brasil, una medida que regía desde agosto de 2019. El mandatario, además, se despidió de sus tradicionales transmisiones en vivo en las redes sociales, donde se emocionó y criticó a la futura administración.
De esta manera, Maduro ahora está en condiciones de asistir el próximo domingo a la ceremonia de asunción del líder del PT, aunque su presencia no está confirmada.
Los ministros de Justicia y de Relaciones Exteriores de Bolsonaro cancelaron la resolución interministerial de 2019 que determinaba la prohibición de ingreso a Brasil de Maduro y sus ministros, en el marco del no reconocimiento del gobierno de Caracas, cuando Brasilia se alineó al Estados Unidos de Donald Trump y a la Colombia de Ivan Duque para desconocer al mandatario venezolano y reconocer en su lugar como autoridad al líder de la oposición, Juan Guaidó.
23/12/2022 El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El Gobierno de Brasil publicará este viernes una ordenanza que revocaría la prohibición al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de pisar suelo brasileño, tras la insistencia del gabinete entrante, según ha informado el periódico ‘O Globo’. POLITICA SUDAMÉRICA INTERNACIONAL VENEZUELA PRESIDENCIA DE VENEZUELA
Según la resolución publicada en el Diario Oficial, los ministerios de Justicia revocaron la decisión interministerial número 7 del 19 de agosto de 2019 que impedía el ingreso de Maduro, una medida solicitada por el equipo de transición que prepara la asunción de Lula en una ceremonia en Brasilia.
El veto a Maduro y sus ministros había sido firmado en 2019 por los entonces ministros de Justicia, Sérgio Moro, y el de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo.
Ahora, la resolución que le da luz verde al regreso de Maduro a territorio brasileño está firmada por el canciller Carlos França y el ministro de Justicia interino, Antonio Lorenzo.
El futuro canciller de Lula, Mauro Vieira, anunció que el gobierno del presidente electo volverá a reconocer al gobierno de Maduro como el legítimo representante venezolano y adelantó que habrá una reapertura de la embajada brasileña en Caracas.
Lula da Silva, durante el anuncio de sus ministros (EVARISTO SA/)
Pese a la revocación, el gobierno venezolano todavía no informó si Maduro participará de la asunción del domingo, como harán 19 jefes de Estado, como Alberto Fernández.
Una razón que impediría a Maduro viajar a Brasil es que no fue posible enviar, con anticipación, un equipo avanzado para garantizar su seguridad. Tampoco hubo apoyo de la embajada, cerrada en Brasilia, según el diario O Globo.
Hace dos semanas, Lula le envió una carta a Maduro diciendo que Brasil restablecerá las relaciones con Caracas justo al comienzo de su gobierno. Hasta este viernes, último día del mandato de Bolsonaro, la diplomacia brasileña reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
El último live de Bolsonaro
Este viernes, en su última transmisión en vivo en las redes sociales como presidente, Bolsonaro -quien estuvo prácticamente alejado de la vida pública desde que perdió frente a Lula en el ballottage del 30 de octubre- habló por primera vez sobre el futuro gobierno.
“¿Qué veo yo de este gobierno que se espera que asuma el domingo? Es un gobierno que empieza cojo”, dijo Bolsonaro, quien no estará presente -como indica el protocolo- en la ceremonia. Finalmente, hoy se oficializó que el domingo viajará a Estados Unidos, donde se quedará por lo menos un mes.
”Para realizar la asesoría, la seguridad y el apoyo personal del futuro expresidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, en una agenda internacional en Miami, Estados Unidos, en el período del 1 al 30 de enero de 2023″, señala un comunicado publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión (el Boletín Oficial) y firmado por el secretario ejecutivo de la Secretaría General de la Presidencia, Mario Fernándes.
Bolsonaro habló con la voz quebrada por el llanto al cerrar el discurso de unos 50 minutos desde el Palacio de Alvorada, cuando dijo que se perdió “una batalla, pero no la guerra” y que este es un “momento de tristeza”. Sin embargo, destacó que “Brasil no se va a terminar ” el 1° de enero y celebró que ahora “Brasil es más conservador” que años atrás.
Por otro lado, Bolsonaro dijo que no había justificación para lo que describió como un intento de “acto terrorista”, después de que la policía frustró el plan de un hombre para detonar un artefacto explosivo en Brasilia la semana pasada en protesta por su derrota electoral.
Sin embargo, el líder ultraderechista trató de distanciarse de George Washington de Oliveira Sousa, quien fue arrestado por el hecho y quien dijo a la policía que el llamado a las armas de Bolsonaro lo inspiró a hacerse con un arsenal y explosivos.
“Nada justifica, aquí en Brasilia, este intento de acto terrorista. Un elemento, que fue atrapado, gracias a Dios, con ideas que no son compartidas por ningún ciudadano, pero ahora lo catalogan como ‘bolsonarista’”, se quejó el presidente.
La transmisión en vivo tuvo cerca de 500 mil asistentes en Instagram y 100 mil en Facebook, según un primer chequeo divulgado por CNN Brasil.
Mientras tanto, simpatizantes de Bolsonaro que reivindican un golpe de Estado, permanecen acampados frente al Cuartel General del Ejército este viernes a la mañana, a dos días de la toma de posesión de Lula.
Los partidarios del presidente brasileño Jair Bolsonaro realizan una manifestación contra los resultados de las elecciones presidenciales que eligieron a Luiz Inacio Lula da Silva como nuevo presidente en un campamento improvisado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia, el 29 de diciembre de 2022 (EVARISTO SA/)
Los activistas resistieron ayer un operativo de la Policía de Brasilia para que desalojen el lugar donde se establecieron desde el 30 de octubre, cuando Lula da Silva derrotó a Bolsonaro en un balotaje por estrecho margen.
El futuro ministro de Justicia de Lula, Flavio Dino, manifestó críticas a la presencia de los manifestantes ante la sede militar y anticipó que el próximo mandatario ordenará el desalojo.
La Secretaría de Seguridad Pública de Brasilia informó que las autoridades del Ejército, responsable por esa área acampada, no brindaron apoyo para retirar a los activistas. En tanto, este viernes asumirá las nuevas autoridades del Ejército, con el general Julio César de Arruda como nuevo comandante.
Fuentes del gobierno de transición de Lula dejaron trascender que el nuevo jefe del arma podría ordenar la salida de los militantes y el levantamiento de decenas de tiendas, cocinas de campaña y baños químicos que montaron en el lugar.
Agencias Reuters, Télam, ANSA y diario O Globo (GDA)