En medio de un clima de creciente preocupación, la cadena láctea argentina envió una carta abierta a la sociedad para alertar sobre la crítica situación que atraviesa y pedir colaboración. En rigor, informaron, la grave sequía y el consecuente aumento de los costos de producción, sumado a los efectos del dólar soja y la inflación, han llevado a una aceleración en la caída de generación de valor de la cadena, que en octubre fue negativa en $5001 millones.
“La cadena láctea argentina atraviesa una situación crítica, agravada en los últimos meses y con resultados negativos que generan preocupación”, alertan al comienzo de la carta. En ese sentido, explican que “está golpeando muy fuerte” la sequía que afecta a la totalidad de las cuencas lecheras del país. La misiva fue acompañada por Apymel, Cámara Argentina de Fabricantes y Proveedores de Equipamientos, Insumos y Servicios para la Cadena Láctea, Caprolecoba, Centro de la Industria Lechera (CIL), Coninagro, CREA, Funpel, Junta Intercooperativa de Productores de Leche y #USV Abasto.
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“El impacto en los costos de producción por este efecto (sequía) combinado con medidas como el dólar soja ya supera el 13%, y se suma a un aumento inflacionario en dólares del 20%, que acelera la caída en la generación de valor de la cadena”, precisaron.
En consecuencia, alertaron que “esta situación pone en un estado de vulnerabilidad a los tambos de menor escala, menos de 4000 litros de producción de leche por día, que reúnen al 64,1% del total de tambos del país”.
A pesar de que los números son negativos, en el sector remarcan que, igualmente, los 365 días del año 10.076 productores lecheros de las 14 cuencas del interior del país, 670 industrias y cientos de miles de trabajadores del campo, la industria y el transporte contribuyen con su trabajo y esfuerzo para que la leche y los productos lácteos de calidad lleguen a la mesa de cada uno de los argentinos y argentinas.
“Lo hacemos porque amamos nuestra actividad y porque entendemos la responsabilidad que conlleva. Por eso trabajamos con compromiso, tanto social como ambiental, pudiendo dar cuenta de ello a cada uno de los habitantes de Argentina y del mundo que disfrutan los más de 11.000 millones de litros de leche que producimos anualmente y que son transformados en productos de calidad”, destacaron.
En este contexto, para el sector lácteo es “fundamental” el compromiso de los trabajadores, productores, industriales, comerciantes y consumidores “para definir acciones y alternativas superadoras que impulsen la actividad”.
“Necesitamos una cadena láctea que pueda manejarse productiva y comercialmente con previsibilidad generando más valor para nuestro país. Es por esto que la época que atravesamos nos convoca a trabajar unidos como sociedad, en conjunto con los estados nacional y provincial para así enfrentar los desafíos que el contexto nos plantea”, concluyeron.