Advierten de que la situación se torna cada vez más una cuestión “de vida o muerte”
MADRID, 29 Dic. 2022 (Europa Press) –
Cuatro ONG internacionales con presencia en Afganistán han advertido de que, sin el “imprescindible” trabajo que lleva a cabo el personal humanitario femenino, las organizaciones dejarán de tener acceso a gran parte de la población en riesgo y que requiere de atención para satisfacer algunas de sus necesidades más básicas.
Las ONG Save the Children, World Vision, CARE International y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) han celebrado este jueves una rueda de prensa telemática conjunta, bajo el paraguas de Save the Children, donde han denunciado la reciente decisión de las autoridades talibán de prohibir el trabajo humanitario a las mujeres.
La directora general de Save the Children, Inger Ashing, ha lamentado el “inaceptable” decreto de los talibán, que estuvo precedido por la también polémica decisión de prohibir a la población femenina el acceso a estudios universitarios, limitando al máximo sus posibilidades educativas.
“Es una decisión completamente inaceptable, necesitamos más trabajadoras, muchas (…) No podemos prestar atención humanitaria sin nuestras compañeras mujeres”, ha aseverado Ashing, quien ha incidido en que el personal femenino “hace parte del trabajo más duro” en Afganistán.
Esta idea, suscrita por el resto de representantes humanitarios presentes en la videoconferencia, se justifica en que, en el marco de las leyes impuestas por los talibán, las mujeres y niñas afganas solo pueden ser tratadas por el personal humanitario de su mismo sexo.
Por tanto, la mitad de la población afgana quedará ahora desatendida a causa del decreto talibán, lo que además provocará que “miles de familias” hasta ahora fuera de riesgo vean ahora como sus necesidades se acrecientan.
En esta línea, el director general y presidente de World Vision, Andrew Morley, ha insistido en que el personal femenino tiene “acceso a parte de la población que los hombres no pueden”. “Salvan vidas y su trabajo es indispensable. La participación de mujeres en ayuda humanitaria debe seguir”, ha aseverado.
Asimismo, Morley ha puesto en valor que la responsable de World Vision en Afganistán es una mujer, y ha denunciado que la prohibición de las autoridades de facto no va en la línea de apoyar a la población ni de protegerla de los constantes riesgos a los que se expone, más aún desde el ascenso talibán al gobierno, en agosto de 2021.
“Las necesidades humanitarias crecen día a día en Afganistán. Los niños nos necesitan. Hemos ayudado y estado al lado de los niños por más de dos décadas (en Afganistán), debemos encontrar una solución ahora para los niños y mujeres”, ha zanjado el máximo dirigente de World Vision.
Por otro lado, el director regional de NRC para Asia y América Latina, Adam Combs, ha hecho un llamamiento a la unidad entre organizaciones humanitarias y organismos internacionales para mantenerse fuertes y denunciar lo que considera es una medida “inaceptable”.
En esta línea, ha insistido en que el decreto talibán requiere de una respuesta contundente por parte de la diplomacia internacional y las organizaciones no gubernamentales. “No se puede llevar a cabo la ayuda humanitaria con estas medidas”, ha alertado Combs, quien ha remarcado también en la pésima situación económica y alimentaria del país.
Finalmente, la secretaria general de CARE International, Sofia Sprechmann Sineiro, ha advertido del impacto generalizado que el decreto tendrá en el conjunto de la población afgana y ha sostenido que el trabajo humanitario desempeñado por el persona femenino es una parte “innegociable” de la ayuda que prestan las ONG.
“Condenamos enérgicamente la decisión de las autoridades talibán. Es una decisión inaceptable contra los principios internacionales y contra la humanidad. Instamos a rectificar por el beneficio de todos los afganos”, ha manifestado Sprechmann, quien ha apelado a Naciones Unidas para que apoyen a las mujeres y niñas del país asiático.
Para Sprechmann, “todo el trabajo” de las organizaciones humanitarias pasa ahora a un estadio más peligroso, pues la salud de todas las mujeres y niñas esta “en riesgo”.
A modo de conclusión, todos los representantes de las organizaciones humanitarias han coincidido en advertir de que, si bien la situación en Afganistán ya era extremadamente grave, con esta última decisión de las autoridades de facto la asistencia humanitaria se ha tornado una cuestión “de vida o muerte”.
“El decreto debe ser revertido porque si no la situación será de muerte devastadora”, ha manifestado Sprechmann, a lo que la representante de Save the Children ha zanjado con que, si se restringe el trabajo de las ONG, morirán miles de personas, esencialmente menores.