MADRID.– España amaneció hoy con una sorpresiva noticia que tuvo repercusiones en diversos ámbitos, algo propio de la gran fama de sus dos protagonistas: Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler pusieron fin a su relación sentimental de ocho años. Quien confirmó la información fue la propia Preysler en la portada de la revista ¡Hola! Fuentes cercanas al Premio Nobel de Literatura ratificaron a LA NACION la noticia y precisaron que ni el escritor ni su familia realizarán declaraciones y que el autor se encuentra de buen ánimo en su casa de la capital española. La ruptura es definitiva, coinciden ambas partes.
¡Hola! desliza que el motivo de la separación de Vargas Llosa y Preysler serían los celos –del escritor, de 86 años, hacia la socialité, de 71– y este argumento comenzó a rondar en las tertulias españolas, como eco de aquellas líneas. Vargas Llosa había escrito en 1993 en su autobiografía El pez en el agua sobre otra ruptura, la de sus propios padres. Se refería allí a los celos y desterraba este argumento para explicar la separación de sus progenitores: “Pero la verdadera razón del fracaso matrimonial no fueron los celos, ni el mal carácter de mi padre, sino la enfermedad nacional por antonomasia, aquella que infesta todos los estratos y familias del país y en todos deja un relente que envenena la vida de los peruanos: el resentimiento y los complejos sociales”. ¿Escribirá en algún momento Vargas Llosa sobre los motivos de su propia ruptura con Preysler? La fascinación que ejerce la figura del autor peruano trasciende a sus lectores más fieles, dado que su vida privada también ha generado interés de un lado y otro del Atlántico.
“¡Hola! es el BOE [Boletín Oficial del Estado] tanto para los noviazgos como para las rupturas”, decía Susanna Griso al comenzar hoy su ciclo El Espejo Público (Antena 3), el programa matutino más visto de la pantalla española, y mostraba la portada de la publicación donde Preysler declara: “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”. Griso agregó que esta ruptura le causa dolor porque tiene cariño hacia ambos y deslizaba que ellos tienen modos de vida diferentes ya que Vargas Llosa prefiere madrugar para escribir, mientras que Preysler es noctámbula y atiende a una agitada vida social: “Se han juntado un búho con una alondra”. La pareja no contrajo matrimonio y el escritor se mudó a la casa de la celebrity, en las afueras de Madrid, poco después de que comenzara el vínculo. Vargas Llosa se había casado en dos ocasiones anteriores: primero, con Julia Urquidi; luego, con Patricia Llosa.
Fuentes próximas al escritor confirmaron la ruptura a LA NACION. Vargas Llosa se encuentra de excelente ánimo en su casa de Madrid, en la calle Flora, en la zona de Ópera, rodeado de sus tres hijos y trabajando en múltiples proyectos. Con ellos emprendió recientemente un viaje a Perú, donde recabó información para su próxima novela, que presentará en febrero, y además está planeando otro libro, un ensayo sobre Jean Paul Sartre.
La agenda de Vargas Llosa tiene varios compromisos más a la vista. El 8 y el 9 de febrero se realizarán los dos actos formales de ingreso del escritor a la Academia Francesa, en París -a propósito, Penguin Random House anticipó la publicación de Un bárbaro en París, textos sobre escritores franceses-. A fines de ese mes, se realizará la segunda edición del Festival Escribidores, impulsado por la Cátedra Vargas Llosa, en Málaga, un ciclo que aunque no lleve el nombre del escritor lo cuenta como principal musa. Será el propio Antonio Banderas, ciudadano ilustre de la urbe andaluza, quien reciba al Nobel en un acto público.
Además, Vargas Llosa tenía previsto acudir del 27 al 30 de marzo, al Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), cuya sede iba a ser su ciudad natal, Arequipa -donde el escritor ha donado gran parte de su biblioteca-, pero dado el conflicto político en Perú, el evento se trasladará a Cádiz. También Teatros del Canal, en Madrid, estrenará el 27 de abril una versión teatral de Doña Julia y el escribidor, dirigida por Juan Carlos Rubio, y se avanza en las negociaciones para que una de sus novelas más famosas se convierta en serie, producida por una reconocida plataforma de streaming.
Durante los años de relación entre Vargas Llosa y Preysler la pareja fue inseparable y ella acudía a la gran cantidad de eventos donde él era el principal orador u homenajeado. Sin embargo, este año, cuando recién recuperado de un cuadro de covid el escritor visitó la Argentina para la Feria del Libro de Buenos Aires lo hizo sin ella.
La popularísima Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó y Fernández de Córdoba, ganadora de la cuarta temporada de MasterChef Celebrity y protagonista del reality show La marquesa -heredó de su padre el título nobiliario- invitó al Nobel a participar de ese ciclo. En los capítulos de la serie, disponible en Netflix, se puede ver al escritor paseando por una librería de Nueva York con Tamara y asistiendo al episodio final, donde se deslizaba el compromiso de la marquesa con un joven empresario -compromiso que terminó en un escándalo de infidelidad que ocupó toneladas de horas de TV y páginas de la prensa rosa española-. Vargas Llosa y Preysler realizaron su última aparición pública en octubre de este año en el estreno de la ópera Aida, en el Teatro Real.
Preysler, hábil domadora de la prensa desde su juventud, cuando comenzó su relación con Julio Iglesias, experta en ocupar el centro de atención mediático, ha decidido hablar. Por el momento, Vargas Llosa, erudito de la retórica y de la narrativa, mantiene el silencio.
