El 2022 fue un año de “vuelta” a lo presencial y a los viajes. Gracias a eso pude participar cómo oradora en el Women in Agribusiness Summit, qué se llevó a cabo en Dallas, Estados Unidos.
Mas allá del nombre del Congreso, los temas no tenían género, ya que todas las temáticas se relacionaban con lo que pasa en el mundo de los agronegocios a nivel global.
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Hubo 850 participantes de 47 estados de los EE.UU. y de otros 15 países, todas profesionales de agronegocios que buscamos estar actualizadas, informadas con datos claves no solo para el desarrollo de nuestra carrera individual, sino también para todo el sector agroalimentario global.
Como única argentina participante, hablé sobre “los efectos de la volatilidad en los granos forrajeros”. Allí compartí cuáles son algunas de las causas de la extrema volatilidad que estamos viviendo, lo mismo que presento localmente, salvo que pude obviar las particularidades de la Argentina. Destaco aquí lo esencial de algunas presentaciones:
* Ruth Kimmelshue, vicepresidente senior de Nutrición Animal de Cargill, habló sobre cómo podrá el agro lograr el objetivo de alimentar la creciente cantidad de habitantes del mundo, sin dañarlo, pensando en que seremos 10.000 millones de habitantes en 2050. “La manera en la cual resolvamos los desafíos actuales del agro, le dará forma a nuestro futuro”, dijo.
* Otro tema crucial fue cómo manejar las alteraciones logísticas en tiempos turbulentos, de la mano de Cynthia Stanton, jefa de Operaciones de BASF. Algunas palabras claves en estos escenarios tan complejos fueron: “planificar, tomar acción, evaluar escenarios, diversificar cada pata del negocio”. Aumentar la “visibilidad”, en palabras de la expositora equivale a que o se puede manejar lo qué no se ve. En otras palabras: “Mirar más allá de lo que está a simple vista”. Se espera que las alteraciones logísticas continúen, pero podemos lograr mejorar los resultados sobre la base a las experiencias recientes. El mensaje final, que aplica para cualquier negocio y cualquier área, es: planifique con anticipación, sea flexible , aumente la visibilidad y forje alianzas.
La cuestión de la logística sigue teniendo vigencia. China, por ejemplo, con su política de Covid 0 sigue generando todo tipo de complicaciones, con una menor demanda de todo tipo de commodities desde ese país.
* Un tema infaltable en estos momentos, una visión sobre los efectos de la guerra en Ucrania desde el punto de vista humano, de mercados y de negocios, fue plantada por Marco Orioli, vicepresidente de Global Grain & Processing CHS, que agrupa a 900 cooperativas qué representan a 500.000 productores en forma directa y 75.000 independientes.
* También hubo lugar para conocer todo sobre los mercados de carbono. En este caso Mariah Murphy, directora de la división de negocios sustentables de Land O Lakes, (otra empresa fundada por productores en 1921) mostró cómo se pueden unir los objetivos de mejorar la sustentabilidad de la producción, contrarrestar los efectos del cambio climático y además generar oportunidad de agregar valor a la renta de los productores. La Argentina no queda afuera de esta corriente global con nuevos emprendimientos, aplicaciones y empresas qué día a día van incorporando mediciones de huellas de carbono, mejoras continuas en sus procesos productivos y hasta valorización de esa “reducción” de “carbono” medible.
Digitalización
*En cada charla se remarcó la importancia de la digitalización, y entre otros oradores, Lori Edwards, gerenta de tecnología y protección de cultivos de Syngenta para América del Norte, mostró las tendencias en la agricultura digital y cómo esa tecnología puede ayudar al productor, mejorando el rendimiento, aumentando la rentabilidad, permitiendo que crezca de manera sostenible, y tener una mejor visión general de todo su negocio a través de la recopilación de datos.
*Otro punto destacado fue la presentación de la Asociación Nacional de productores de Maíz de los EE.UU., donde Brooke Appleton, mostró en qué ejes están trabajando en vistas de lograr cambios favorables para ellos en la revisión de la ley agrícola de los EE.UU., que se renueva cada cinco años. Esta asociación, fundada en 1957, representa a casi 40.000 productores de maíz (que pagan una cuota mensual) y también los intereses de más de 300.000 agricultores que contribuyen a través de programas de descuento de maíz en sus estados. El objetivo general es ayudar a proteger y promover los intereses de los productores de maíz. Entre otros temas, trabajan para que se apruebe un aumento en el corte de etanol, que se refuerce el mercado internacional y se fortalezcan los sistemas de coberturas de riesgo agrícola, incluido el uso de coberturas de precios.
Algo qué sí es totalmente distinto es la forma de participar de los productores en su propio marketing y lobby. Desde la página de la Asociación, invitan claramente a sumarse pagando una cuota de acuerdo al estado en que están y, a su vez, para cada iniciativa invitan a tomar acción de distintas maneras, desde contactar a representantes del Congreso o políticos en cada uno de sus estados, hasta apoyar en acciones de comunicación.
Estos temas, de una forma u otra, inciden en la gran volatilidad que estamos viendo desde hace años en los precios de los granos y forman parte de las proyecciones futuras de las cotizaciones. En este congreso, además, comprobé que en cuanto a novedades tecnológicas y manejo agronómico estamos a la vanguardia. No se habló nada que no apliquemos ya aquí. La gran diferencia es la cantidad de trabas e intervenciones que solo existen en la Argentina
En definitiva, un gran congreso qué invita a seguir trabajando con el mismo entusiasmo para colaborar con pequeñas o grandes acciones, a qué podamos evolucionar tanto en la forma de producir, como de cuidar nuestro mundo, sin olvidar que para lograrlo cada eslabón de la cadena debe ser rentable.
La autora es analista del mercado de granos