Sin que Papá Noel se entere, el domingo, Alberto Fernández dejará un regalo en el árbol de Navidad para todos los argentinos. Pero el Presidente prefiere que ese presente no se abra nunca. Que quede envuelto para siempre y se pierda en el ostracismo. El primer mandatario, en cambio, propone que los ciudadanos se distraigan con fuegos artificiales.
Terminó el Mundial de Qatar. Ya no quedan enemigos tan temibles como Kiki Mbappé. Ahora, el equipo de Presidente son gobernadores y el contricante elegido, la Corte Suprema. Pese a la degradación institucional por el incumplimiento de un fallo de la Justicia, lo que le valdrá varias denuncias penales a Fernández, es probable que al argentino de a pie se conmueva más porque no le alcanzan los pesos ni para las alcaparras del vitel toné. El pan dulce o la sidra son privilegios.
En medio de la humareda de los festejos mundialistas por la Copa del Mundo y de la sonora desobediencia judicial del Presidente, el regalo que deja Fernández a sus votantes es el que más enfurece a Cristina Kirchner. Ese presente dramático afirma que, en el tercer trimestre, los ocupados –asalariados y cuentapropistas- vieron licuados un 8,5% de sus ingresos por la altísima inflación frente a un año atrás. En los últimos cinco años, perdieron un cuarto (25,07%) de los mismos. Son datos del informe de Distribución del Ingreso del Indec conocido en las últimas horas y procesados por la consultora privada ExQuanti.
“Hay un ajuste estructural instalado en el tiempo en la Argentina”, explicó uno de los autores del cálculo y especialista en la estadística social. “Lo que es inédito en el país es que un gobierno peronista no haya logrado una recuperación luego del mazazo”, afirmó. Es lo mismo que debe pensar la vice sobre la gestión de su pupilo elegido vía Twitter.
Son números alarmantes para el inicio de campaña electoral de 2023. El jueves 30 de marzo del año que comenzará en unos días se conocerá el número de pobreza del segundo semestre de 2022. “Malos datos de la distribución de ingresos totales familiares (ITF) del tercer trimestre de 2022 para la pobreza. Los ITF promedio crecen 60,6% con respecto al mismo trimestre de 2021. El ITF promedio de los 4 deciles más bajos crece 68,2%, mientras las CBT-GBA promedio [canasta básica total, que marca la línea de la pobreza] para el mismo período creció 74%”, adelantó el experto de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) Martín Rozada.
El picadito contra el ajuste
No es casual que, en las últimas horas, el Polo Obrero armara un picadito de fútbol por “una Navidad sin hambre” frente al Ministerio de Desarrollo Social que dirige Victoria Tolosa Paz. No llamó tanto la atención ver a Eduardo Belliboni con la casaca argentina, sino a otra jugadora –bastante habilidosa sobre el asfalto caliente- con una camiseta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una careta de Cristina Kirchner. Los piqueteros de izquierda -otros, como el Evita, son parte del Gobierno- denuncian las bajas de los planes sociales. Dicen además que los bonos de Alberto no alcanzan.
El FMI felicitó a Serio Massa –avalado por la vicepresidenta en el Ministerio de Economía- debido a los “fuertes controles del gasto” que impulsó desde mitad de año. No sólo eso. Celebró que se den de baja 20.000 planes “inelegibles” Potenciar Trabajo y estimó que espera que sigan los recortes en 2023. Felicitó que el presupuesto 2023 conlleve reducción de subsidios (0,6% del PBI) y una “racionalización” más importante del gasto social (0,8% del producto). Esos números fueron publicados en el staff report luego de que el directorio del organismo aprobara las metas del tercer trimestre el jueves por la noche. Además, en un flechazo directo al kirchnerismo, pide evitar nuevas moratorias jubilatorias.
Es probable, además, que se preparen reformas para neutralizar la “generosidad” de algunos sistemas de pensiones especiales para diferentes ocupaciones. En el Fondo saben que eso sólo es plausible para después de las elecciones.
“Sigue siendo esencial un amplio apoyo político para el programa, especialmente a medida que se acercan las elecciones”, pidió el Fondo y advirtió a la política: “El descontento social podría escalar aún más, debilitando el apoyo político al programa y provocando desviaciones de las políticas y medidas intervencionistas, especialmente antes de las elecciones”. Es la contradicción en la que se encuentran Massa, Cristina y también Fernández.
“Para ayudar a fortalecer la credibilidad de las políticas y metas de desinflación, el déficit primario se limitará a 0,8% del PBI durante el primer semestre del próximo año”, adelantó el Fondo sobre 2023. El año que viene, el rojo con el FMI debe ser de 1,9% del PBI frente al 2,5% de 2022. El 2023 exige un recorte del rojo primario de 0,6% del PBI.
Para Equilibra, la reducción del gasto podría interrumpirse cerca de las elecciones, las retenciones se verían disminuidas por los recursos adelantados por el dólar soja 2, no se podrán contabilizar rentas por 0,3% del PBI y la Corte Suprema falló a favor de la devolución a CABA de una mayor porción de la coparticipación de impuestos. “Este año la meta fiscal se cumpliría, pero será difícil alcanzarla en 2023″, advirtieron en la consultora que dirigen Martín Rapetti y Diego Bossio.
El fallo de la Corte abrió una novela de enredos sobre quién debe apretar el botón rojo para actualizar el giro de fondos destinados a Horacio Rodríguez Larreta. Es un dispositivo que un presidenciable como Sergio Massa busca tener bien lejos. En el Ministerio del Interior, que dirige Eduardo De Pedro (hombre de La Cámpora), apuntaron directo al Ministerio de Economía. En Hacienda no agarraron la papa caliente: “La ley distribuye, la AFIP recauda, y transfiere el Banco Nación. La representación en el juicio la tiene la Procuración”. De vuelta la pelota al cristinismo. En el Banco Nación, que dirige Silvina Batakis (antecesora de Massa), esperan una orden del ministro de Economía, que se fue a San Pablo a ver a Fernando Haddad y Geraldo Alckmin en un viaje de un proselitista para alguien que vive negando su candidatura presidencial. Mientras tanto, el fallo ya se incumplió, según confirmaron en la ciudad. La plata no está y seguirá el escándalo.
Las novelas de enredos son funcionales ante el descontento de la calle. No obstante, es probable que Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, y Ricardo Lorenzetti susciten menos atención a mediano plazo que Lionel Messi, Julián Álvarez, “El Dibu” Martínez o Lionel Scaloni. Ya se acerca Nochebuena. Ya se acerca Navidad. Todos los argentinos recibirán un único regalo de Alberto: un arbolito más escuálido y con un Papá Noel menos generoso.