El sabor agridulce de las empresas británicas dos años después del Brexit

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) hace dos años dejó un sabor agridulce en las empresas, con un impacto tanto en pequeños empresarios ahogados por los altos costes como en dirigentes de grupos más grandes que apoyaron el Brexit.

El Brexit “solo representa costes, costes y más costes, sin ninguna ventaja”, resume Adrian HanRahan, director general de Robinson Brothers, un pequeño fabricante de productos químicos cerca de Birmingham, en el centro de Inglaterra, que tiene en la UE un mercado clave.

Los problemas a los que se enfrentan no son los derechos de aduana, en gran parte eliminados por el acuerdo de libre mercado posbrexit entre Londres y Bruselas, sino la montaña de papeleo que implica el regreso de los controles fronterizos, aunque de momento sean parciales.

“Hemos añadido probablemente un 25% más a nuestros costes administrativos, solo para hacer frente a los cambiantes trámites y procedimientos para entrar y salir de la UE”, declaró HanRahan a la AFP.

La empresa tiene 265 personas contratadas y fabrica productos químicos para numerosos sectores. Un 70% de su producción es exportada, la mitad hacia el continente europeo.

“Si tu empresa no tiene relación con la UE, entonces puedes considerar el Brexit como algo bueno”, pero para muchas sociedades que dependen de los vecinos, “es más difícil”, afirma el director general.

– Economía afectada –

El apoyo al Brexit está en mínimos históricos en Reino Unido.

Menos de un tercio de los británicos creen que salir de la UE fue la decisión correcta, según una reciente encuesta de YouGov, a pesar de los repetidos esfuerzos del gobierno conservador por ensalzar sus beneficios.

El país “nunca vivió un cambio tan importante en una relación económica profunda”, señala a la AFP Nikhil Datta, investigador en la London School of Economics (LSE).

Muchos economistas consideran que el Brexit empeoró la situación económica del país, hoy al borde de una recesión.

La salida hundió el comercio exterior, la inversión empresarial y devaluó la libra, lo que agrava una inflación cercana al 11% y provoca una crisis en el coste de vida.

“Existe un grado razonable de consenso sobre el hecho de que el Brexit ha reducido el comercio exterior británico del 10 al 15% respecto a un escenario sin Brexit”, dijo a la AFP Jonathan Portes, economista en King’s College.

Robinson Brothers no es la única compañía inquieta por las consecuencias del Brexit: más de la mitad de las firmas experimentan dificultades para adaptarse a las nuevas normas, según las Cámaras de Comercio Británicas.

“La empresas tienen el sentimiento de golpearse la cabeza contra un muro de ladrillos porque no se ha hecho nada para ayudarlas”, dice Shevaun Haviland, directora general de este organismo, que pide al gobierno reconsiderar su postura hacia Bruselas.

Hace falta “un diálogo honesto sobre cómo podemos mejorar nuestras relaciones comerciales con la UE”.

– “No es el Brexit que quería” –

El Brexit complicó también la contratación de trabajadores europeos con los que contaban múltiples sectores, desde la restauración hasta la agricultura.

Algunos grandes empresarios, incluso grandes defensores del Brexit como Simon Wolfson de la empresa de moda Next o Tim Martin de la cadena de pubs Wetherspoon, llaman al gobierno a flexibilizar las leyes migratorias.

“Ciertamente no es el Brexit que quería”, dijo Wolfson el mes pasado en una entrevista a la cadena BBC.

El Reino Unido es el único país del G7 que no ha recuperado su Producto Interior Bruto (PIB) de antes de la pandemia.

Y el organismo público de previsión presupuestaria, OBR, estima que la salida de la UE reducirá la economía británica en un 4% a largo plazo.

Para Adrian HanRahan, de Robinson Brothers, no queda otra que “reducir los márgenes para seguir siendo competitivos”.

Incluso así, algunos clientes, especialmente de Alemania, lanzan la toalla: “Es demasiado complejo para ellos trabajar con alguien en el Reino Unido”.

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