Los cactus y suculentas tienen cada día más seguidores. Son plantas a las que hay que prestarles muy poca atención y suelen mantenerse en buenas condiciones durante todo el año. Pueden cultivarse tanto en macetas como en tierra. Por sus formas esculturales y sus singulares flores, se convierten en protagonistas en cualquier lugar.
Qué son los cactus y las suculentas
Las suculentas son plantas que en sus hojas o ramas presentan tejidos donde se acumula el agua. Dentro de este gran grupo se encuentran los cactus.
Los cactus son plantas cuya superficie suelen estar cubierta de espinas y soportan largos períodos de sequía. Son originarios de América, donde se encuentran en selvas, bosques, desiertos, montañas y cerca del mar. Las suculentas son oriundas de África, pero también se distribuyen por distintas partes del mundo, en zonas de altas temperaturas, con muy pocas lluvias y baja humedad en el ambiente.
Los cactus tienen flores sorprendentes; algunas especies florecen de día y otras, durante la noche. (Archivo Revista Jardin/)
Los cactus viven en lugares secos debido al contexto al que se fueron adaptando. Aprovechan al máximo la más mínima caída de agua, incluso el rocío que humedece el suelo. Las espinas de los cactus, que son hojas transformadas, varían en forma y tamaño. La mayoría de los cactus pueden estar más o menos cubiertos de espinas: cuanto más cubiertos estén, tendrán mayor protección contra el sol, ya que las espinas le aportan sombra al tallo, además de actuar como defensa ante la presencia de predadores; mayormente, las aves que los picotean en busca de alimento y agua. Por otra parte, las espinas condensan la humedad y las pequeñas gotas que se forman sobre ellas resbalan y llegan al suelo, donde son absorbidas por las raíces.
Las suculentas son siempre decorativas gracias a sus formas esculturales. (Archivo Revista Jardin/)
Si vamos a cultivar cactus y suculentas, lo ideal es conocer la región de la que provienen, para poder reproducir las condiciones de su lugar de origen. Esto nos dará una idea de la composición del sustrato, la cantidad y la forma en que reciben la luz y el agua. Pueden existir plantas del mismo género en dos lugares bien diferentes, soleados o sombríos, e inclusive en climas opuestos, secos o húmedos.
Agrupadas en macetas, son una opción de bajo mantenimiento. (Archivo Revista Jardin/)
Las variadas formas de los cactus se deben a su adaptación al medio en el que viven. Los epífitos habitan en los árboles, en selvas y bosques donde hay suficiente humedad. Además, no tienen espinas, sus tallos son anchos y planos, y no les importa perder agua por sus estomas (poros). En cambio, los cactus de forma globosa que viven en el desierto tienen gruesas espinas que les dan sombra, una piel cerosa y gruesa, y almacenan agua en sus tejidos para usarla cuando la necesitan.
Cómo cuidar a los cactus y a las suculentas
Si bien se los considera de fácil cultivo, la humedad es un factor clave: hay que evitar el exceso, ya que esta es la principal causa de enfermedades.
Si vamos a tener estas plantas en casa, lo ideal es que podamos controlar la humedad que reciben. Debemos tenerlas en lugares protegidos de la lluvia, ya que la dosificación de agua es esencial para su buen desarrollo.
Como regla general, no es necesario regar los cactus en invierno. Tenemos que comenzar a regarlos en septiembre hasta fines de marzo, primero cada 15 días y, a medida que las temperaturas aumentan, una vez por semana. Los riegos deben ser abundantes, hasta que el agua comience a salir por el orificio de drenaje.
Izquierda: el exceso de riego o la falta de sol pueden hacer que las plantas sean atacadas por plagas como la cochinilla. Derecha: en los cactus, el riego debe ser muy espaciado pero abundante. (Archivo Revista Jardin/)
Al igual que los cactus, debemos regar las suculentas de septiembre a marzo, cada 15 o 7 días durante el invierno, y en días soleados, cada 15 días. Algunas plantas necesitan la mayor cantidad de luz natural posible; otras, algo de sombra o sol indirecto. Si les falta luz, no llegan a desarrollarse bien, se debilitan y se vuelven más proclives al ataque de plagas.
En cuanto a la temperatura, no hay reglas generales para las suculentas, ya que tienen una amplia distribución geográfica y abarcan distintos climas. Los cactus soportan bajas temperaturas, siempre que no haya humedad.
El sustrato ideal para suculentas debe tener 2 partes de tierra negra, 1 parte de compost, ¾ partes de arena gruesa y ½ parte de vermiculita. En el caso de los cactus, 2 partes de tierra negra y 1 parte de arena gruesa.
Izquierda:siempre tenemos que manipular los cactus con mucho
cuidado por sus espinas. Para no lastimarnos, podemos usar pinzas. Derecha: cuando las suculentas han tomado bastante
volumen, podremos dividirlas fácilmente. (Archivo Revista Jardin/)
Las enfermedades y las plagas más comunes
Lo mejor es verificar periódicamente que las plantas estén sanas, ya que cuanto antes se perciban los síntomas y más rápido se controlen, menos sufrirán. Las enfermedades más comunes son el ataque de hongos, que se produce por el exceso de humedad, o por el frío sumado a la humedad. Esta condición perjudica a las suculentas. El tratamiento consiste en la aplicación de fungicidas específicos, y lo mejor es consultar siempre con un especialista.
En el caso de las plagas, es bastante frecuente el ataque de cochinillas, que pueden ser de color marrón, negro o rosado. El tratamiento consiste en limpiar la planta con alcohol fino o con agua jabonosa (jabón blanco), con un trapo. Los pulgones aparecen cuando suben las temperaturas y afectan los brotes de la planta. En este caso, las plantas se pueden pulverizar con estas mismas soluciones. Los nematodos son muy frecuentes y atacan las raíces, por lo que evitan el crecimiento de la planta. Como los productos para combatirlos son muy tóxicos, la única solución es eliminar la planta.
Cómo multiplicar las suculentas
Otra de las ventajas de los cactus y las suculentas es que son muy fáciles de multiplicar. Tenemos que animarnos a hacerlo, ya que obtener nuestras propias plantas y compartirlas con la familia y los amigos es una tarea muy gratificante.
Aunque la reproducción por semillas no es tan común en las suculentas, ya que se multiplican muy fácilmente por gajo, este método se utiliza en especies como la Cyphostemma, que solo se reproducen por semilla. El sustrato debe ser poroso, pero tiene que contener un gran porcentaje de resaca. Se puede usar un vasito de plástico perforado en la base, donde se coloca el sustrato húmedo y las semillas. Una vez sembradas, se pueden cubrir con nailon trasparente y ubicarlas en un lugar luminoso sin sol directo. Durante el día, hay que retirar el nailon por algunos minutos para que se ventilen. El tiempo de germinación dependerá de cada especie, pero se calcula entre unos 5 y 10 días. A medida que la pequeña planta va creciendo, es necesario disminuir la humedad mediante la ventilación hasta retirar el nailon definitivamente.
Métodos de multiplicación. Izquierda: por semillas. Este
método es el que lleva más tiempo, pero vale la experiencia de
realizarlo. Derecha: por esquejes de hoja. (Archivo Revista Jardin/)
La mejor época para multiplicar estas plantas es durante la primavera y el verano. Aunque pueden multiplicarse en cualquier momento del año, las nuevas plantas tardarán más tiempo en enraizar. La maceta debe estar en un lugar luminoso y no deben regarse durante el primer tiempo, cuando todavía no se han formado las raíces.
Por esquejes de tallo: cortar el tallo en pedazos y dejar secar durante 2 o 3 días para que la herida cicatrice. Colocar el gajo sin apretar demasiado en una maceta con el sustrato adecuado para suculentas. Ubicar la maceta en un lugar luminoso y no regar. Al cabo de 2 meses, la planta estará arraigada.Por esquejes de hoja: este método es muy simple. Consiste en cortar una hoja de la planta elegida y ubicarla en el sustrato. Con el tiempo esa hoja producirá nuevas raíces y se generará una nueva planta.Por hijuelos: algunas suculentas, como el Agave y la Haworthia, forman hijuelos en la base de la planta madre. Deben separarse con mucho cuidado para sacarlos con raíces y plantarlos en el nuevo lugar.
Métodos de multiplicación. Izquierda: por gajos. Derecha: por hijuelos. (Archivo Revista Jardin/)
Un paso a paso de cómo multiplicar cactus
La mayoría de los cactus son fáciles de multiplicar. Solo hay que cortar una sección de tallo. En el caso de las tunas, se corta un artejo (sección de tallo), se espera un par de días para plantarlo, hasta que la herida cicatrice, y se coloca la sección de tallo en un sustrato poroso. Con el tiempo, emitirá nuevas raíces y obtendremos una nueva planta.
1. Elegir un trozo de tallo mediano (artejo) y cortarlo de la planta madre con un cuchillo afilado para que el corte sea limpio. Para no pincharnos, tenemos que usar siempre guantes gruesos de látex.
2. Dejar secar el artejo para que cicatrice el corte y, antes de plantarlo, pasarlo por hormona de enraizar, en polvo o líquida. Esto ayudará a que se acelere el proceso de emisión de raíces.
Izquierda: paso 1. Derecha: paso 2. (Archivo Revista Jardin/)
3. Enterrar un tercio del artejo en sustrato para cactus (una mezcla de tierra negra, perlita o vermiculita y arena gruesa), colocar la maceta bajo techo y pulverizar con agua durante el verano.
4. Al cabo de un par de meses, el artejo habrá creado suficientes raíces. Con el tiempo, la planta comenzará a crecer y a generar nuevos artejos. Ese será el momento de trasplantarla a una maceta de mayor tamaño
Izquierda: paso 3. Derecha: paso 4. (Archivo Revista Jardin/)
Cómo hacer un cuadro de suculentas
Las suculentas ofrecen múltiples posibilidades en cuanto a cómo usarlas. Una opción es hacer cuadros, ya que cuando crecen y están tupidas, forman increíbles composiciones donde se fusionan las texturas y los colores. Con algunos materiales y unos cuantos gajos podremos tener un cuadro vivo en nuestro hogar.
1. En este caso, se utilizó un cuadro de madera, de 40 x 40 cm y 6,5 cm de espesor. Colocar la malla de plástico y sujetar con la engrampadora.
2. Sobre la malla de nailon grueso, distribuir el musgo de manera uniforme. Colocar luego el sustrato, compuesto de perlita, tierra y compost.
El paso a paso de cómo crear un cuadro de suculentas. Izquierda: paso 1. Derecha: paso 2. (Archivo Revista Jardin/)
3. En la tapa del marco, engrampar el plástico, que servirá de aislante entre el sustrato y la tapa de madera, para que se conserve por más tiempo.
4. Con la ayuda de una varilla o un lápiz, hacer pequeños hoyos donde se colocarán los gajos de las suculentas. Hay que dejar espacio entre uno y otro, ya que los gajos crecerán y necesitarán espacio.
El paso a paso de cómo crear tu cuadro de suculentas. Izquierda: paso 3. Derecha: paso 4. (Archivo Revista Jardin/)
Diseñar con cactus y suculentas
Los cactus y suculentas forman parte de cualquier balcón, terraza, patio o jardín porque son fáciles de cuidar. Si los tenemos en interiores, vivirán poco tiempo. En la tierra o en macetas, en cacharros antiguos o en cualquier recipiente, resultan muy decorativos.
Una estantería con suculentas puede ubicarse en diferentes lugares, como patios, balcones o un pasillo externo. (Archivo Revista Jardin/)
Las suculentas se usan desde hace años por su rusticidad, pero también por sus formas, que aportan carácter a cualquier lugar donde las ubiquemos. Podemos tener una gran cantidad de estas plantas en diferentes situaciones, como patios, terrazas o balcones. Algunas se adaptan a pocas horas de sol. Las suculentas no cactáceas, como kalanchoes, echeverias y aeonium, tienen formas exquisitas y funcionan muy bien en macetas. Los agaves y las yucas se convierten en puntos focales en cualquier espacio por sus formas duras y erectas.
En las entradas de construcciones modernas, los cactus enfatizan este estilo. (Archivo Revista Jardin/)
Estas plantas son muy versátiles, y el carácter del diseño dependerá del contenedor o las especies que elijamos. Si optamos por diversos cacharros antiguos con varios tipos de suculentas, lograremos un estilo más vintage; en cambio, si elegimos plantas de la misma especie en macetas iguales, crearemos un estilo más minimalista.
Las formas y los colores del Kalanchoe thyrsifolia se potencian
si se elige bien la maceta. (Archivo Revista Jardin/)
En las construcciones modernas y minimalistas, los cactus son protagonistas, ya que se usan como objetos de diseño por su variedad de formas y colores. Además, como solados, pueden combinarse distintos tipos de piedras en diferentes tonalidades que refuercen la composición.
Macetas con distintas suculentas que no requieren
demasiado mantenimiento visten la pared. (Archivo Revista Jardin/)
En espacios urbanos con pocas horas de sol y poco espacio, las opciones son diversas. Estas plantas siempre suman en estanterías, colgadas de la pared o sobre alguna mesa que soporte la intemperie.