Bajó el desempleo, pero gracias al trabajo de baja calidad

En medio de las dificultades por las que atraviesa la economía argentina, un dato muy sensible para el Gobierno como el nivel de desempleo deja nuevamente un sabor agridulce. Si bien, en la comparación interanual, esta tasa bajó 1,1 puntos porcentuales en el tercer trimestre del año, al pasar de 8,2% a 7,1%, una buena parte de ese descenso se debe al crecimiento del trabajo informal, que en igual período varió de 33,1% a 37,4%.

Aerolíneas Argentinas asegura que tuvo ganancias por US$2 millones por los vuelos a Doha durante el Mundial

El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en su informe sobre el Mercado de Trabajo, donde también calculó que en el tercer trimestre de 2022, la tasa de actividad (TA) –que mide la población económicamente activa (PEA) sobre el total de la población– alcanzó el 47,6%, mientras que la tasa de empleo (TE) –que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total– se ubicó en 44,2%.

Entre las regiones, las que mostraron la mayor tasa de desocupación fueron las de Gran Buenos Aires y Pampeana, con 8,2% y 6,8%, respectivamente. Al mismo tiempo, el informe del Indec destacó que la región con menor tasa de desocupación fue Noreste (3,8%).

Además, el Indec informó que la tasa de subocupación resultó del 11% de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,2% de la PEA. “Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 29,3% de la PEA”, se remarcó.

El economista Juan Luis Bour, de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), señaló que en la comparación con el trimestre anterior, la ausencia de cambios apreciables en la tasa de actividad y leve caída de tasas de empleo en el interior y GBA explican la estabilidad de la tasa de empleo, “que normalmente cae en el tercer trimestre y esta vez subió 0,2 puntos porcentuales”.

Asimismo, Bour comentó que, como ya se veía en datos de empleo registrado, crece el cuentaptopismo y el porcentaje de asalariados informales. “En suma, la desaceleración del PBI ya se refleja en datos de empleo. Y el desorden de la macro más una pésima regulación laboral explican que solo crece el empleo de baja calidad, y, por lo tanto, de bajos ingresos”, indicó el economista.

En efecto, según una análisis de FIEL, dentro de los asalariados, en el año el crecimiento se dio entre los informales, que crecieron 23%, mientras que los asalariados privados formales solo crecieron 1,9%.

El economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), explicó que lo que se vio es que en el tercer trimestre de este año es que la fuerza laboral creció en 600.000 personas, respecto del tercer trimestre del año anterior, y el empleo creció en 800.000 personas. “O sea que hay 200.000 desempleados menos, pero si se pone esto en término de tasas, arroja que la fuerza laboral creció un 4% y el empleo un 6%”, especificó.

De todos modos, Colina destacó que hay que analizar qué tipo de empleo se creó. “Si se mira que la actividad viene creciendo al 5% anual, lo primero que uno piensa es que se trata de una economía pujante que crece y crea empleo, pero hay que tener en cuenta que todos los puestos creados son todos de asalariados no registrados; es decir que alguien les está dando trabajo, pero en la informalidad”, opinó el especialista.

Para Colina, esto es producto de las distorsiones que hay en la legislación laboral, de los salarios que fijan los convenios colectivos y son muy elevados para los pequeños empleadores, que son los que están dando empleo, y por la conflictividad laboral y los riesgos de juicios. “Todo esto es lo que hace que cada vez menos empleadores, y fundamentalmente los chicos, se arriesguen a dar un empleo en blanco”, concluyó el economista.

En tanto, el economista Matías de Lucca, de la consultora LCG, dijo que en la comparación trimestral la tasa de ocupación se redujo de 44,6% a 44,2%. “Esto equivale a la destrucción de 2 mil empleos en el trimestre. Pero este número agregado esconde una dinámica poco virtuosa: el empleo asalariado cae significativamente (107.000 puestos), mientras que el independiente crece (105.000 puestos). La dinámica es poco virtuosa porque la informalidad entre los independientes más que duplica a la de los asalariados, por la elevada participación de cuentapropistas no registrados que incluye este segmento del mercado laboral”, destacó.

Tomás Álvarez Kuhnde, economista de la consultora Analytica, subrayó que los datos del mercado de trabajo en el tercer trimestre muestran lo que pudo observarse también con el nivel de actividad: una caída que no fue, pero una economía que empieza a enfriarse. “Respecto al segundo trimestre la tasa de empleo cayó 0,4 p.p., en parte por un aumento de las personas desempleadas que llevó la tasa de desempleo a 7,1%, 0,2 p.p. más que el trimestre anterior, comenzando a mostrar que la actividad empezó a enfriarse, pero de a poco”, indicó.

Kuhnde agregó que, por otro lado, el aumento de los ocupados no demandantes disponibles acompaña lo que está sucediendo a nivel de la composición del empleo, que no es otra cosa que puestos de trabajo de menor calidad. “Hacia adelante las expectativas van marcando el rumbo, una economía que va a crecer poco el año que viene en conjunto con condiciones financieras inciertas, ponen a las empresas en una difícil situación a la hora de tomar una decisión de la magnitud que tiene la creación de empleo registrado”, estimó.

 

Generated by Feedzy